Bryan Johnson es un empresario exitoso que tiene una obsesión: aparentar una edad menor a la que tiene. Ya probó varias formas de lograr su objetivo, pero hay una que le dio un mejor resultado: le saca sangre a su hijo y se la inyecta para retrasar el envejecimiento de su propio cuerpo.
Apodado por Bryan como “chico de sangre”, Talmage lo ayuda con su objetivo y le dona los litros que necesita.
El empresario tiene 45 años e invierte 2 millones de dólares al año en intentar rejuvenecer, su mayor sueño. Probó con dietas estrictas, todo tipo de procedimientos médicos, buenas rutinas de ejercicio y la cantidad necesaria de horas de sueño. Todos buenos hábitos para evitar el envejecimiento temprano. A esto podrían agregarse la buena alimentación, la reducción del estrés, el uso de protector solar, entre otros.
Su máximo sueño es ser joven de nuevo
Habiendo triunfado como desarrollador de software, decidió centrar su vida en el objetivo de no envejecer. A sus 45, el cuerpo presenta signos propios de la edad, con los que Bryan intenta combatir.
Todos los hábitos y procedimientos no le resultan suficientes a Bryan, por eso decidió usar a su hijo de 17 años como una herramienta más de su objetivo. Le extrae el plasma de su sangre para colocarlo en la suya. Bryan hace ese tipo de transfusiones con Talmage, a quien apodó “chico de sangre”, pero además involucró a su padre de 71 años en su loca idea.
Este 23 de mayo, Bryan Johnson tuiteó cuáles son las responsabilidades que tiene su su hijo cada mes: “1. Cuarto limpio 2. Buenas notas 3. Amable con la gente 4. Dieta saludable 5. 1 litro de plasma”. Pero aclaró que uno es una broma (el cuarto limpio).