Louis Walker tiene 37 años y en el instante en el que estaba naciendo su tercer hijo a través de una cesárea, los médicos le diagnosticaron un cáncer terminal presente en sus ovarios y su abdomen. La reacción del profesional sanitario que la atendió y el lamento de la madre de tres.
Louis Walker, de 37 años y residente de la ciudad inglesa de Barnsley, venía padeciendo fuertes dolores abdominales durante casi un año. Pese a asistir repetidamente a distintas consultas médicas, los doctores relativizaron su condición al asociarla con un síndrome de colón irritable primero y con ansiedad más tarde, publica la BBC.
“No sé qué más podría haber hecho. Era como si nadie quisiera escuchar. Les dije ‘siento que me voy a morir’. Quería que me tomaran en serio. Sentía que algo andaba muy mal”, señaló Walker al medio BBC.
Lo cierto es que cuando la mujer se trasladó hasta el hospital para tener a su bebé en 2021, recibió una noticia que le cambió diametralmente la vida.
Es que la intervención quirúrgica a la que se sometió para que nazca su hijo reveló que padecía un cáncer terminal en sus ovarios y el lineamiento de su abdomen.La terrorífica escena provocó que el médico que intervino en la operación no pudiera contener el llanto frente a lo avanzado de la enfermedad que se esparcía por los órganos de la madre.
Más allá de la reacción del obstetra, lo cierto es que Louis Walker sabe que no le queda mucho tiempo de vida. “Mis hijos son mi propósito. Quiero concentrarme en crear recuerdos. Si el amor pudiera salvarme, nunca moriría”, dijo en diálogo con BBC.
En la misma entrevista, Walker exhortó a los profesionales de la salud a ser más expeditivos a la hora de abordar a sus pacientes. “Si hay un solo médico que lee esto y piensa ‘debemos hacerlo mejor’, es suficiente para mí. No quisiera que nadie pasara por lo que estoy pasando yo”, cerró.