Un informe confirma que la cuarentena ralentizó los contagios y evitó decenas de miles de muertos

La cuarentena funciona. Logró ralentizar los contagios por coronavirus y evitó que la Argentina siguiera un ritmo de mortalidad que la hubiera llevado a acumular decenas de miles de muertos para mediados de mayo, según surge de…

martes 14/04/2020 - 14:02
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La cuarentena funciona. Logró ralentizar los contagios por coronavirus y evitó que la Argentina siguiera un ritmo de mortalidad que la hubiera llevado a acumular decenas de miles de muertos para mediados de mayo, según surge de un análisis de los datos oficiales disponibles y su comparación con la evolución de la pandemia en otros países que desarrolló el director de la Carrera de Médico Especialista en Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Facultad de Medicina de la UBA, Esteban Lifschitz.

«La cuarentena ha cumplido su cometido, y con creces», afirmó Lifschitz en su informe «¿Qué hubiera pasado sin cuarentena?», que redactó con la información disponible hasta el viernes sobre los tiempos de duplicación de muertes por Covid19, que era de entre 2 y 4 días antes del inicio de la cuarentena y desde el 27 de marzo llegó a demorarse hasta 7 días.

El director de la Carrera de Médico Especialista en Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Facultad de Medicina de la UBA, Esteban Lifschtiz
El director de la Carrera de Médico Especialista en Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Facultad de Medicina de la UBA, Esteban Lifschtiz

Basado en esos primeros datos, Lifschitz estimó qué hubiera ocurrido si la Argentina continuaba con una tasa de duplicación de muertes cada cuatro días. Es decir, el ritmo previo a la cuarentena. Estimó que al jueves 9 de abril se hubiera llegado con 170 muertos en el país en vez de 71 y de continuar con ese ritmo se hubiera llegado a los 87.000 decesos para mediados de mayo, según el también investigador del Instituto de Medicina para la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica (Imsset) de la UBA.

A ese primer registro teórico de mortalidad hasta mediados de mayo, Lifschitz sumó otro: qué pasaría con el sistema sanitario local. Y para eso comparó la situación local con lo que ocurre en España, donde se saturó la cantidad de camas de terapia intensiva disponibles, lo que arrojó que la cuarentena evitó otras 38.000 muertes hipotéticas en la Argentina, y elevaría el número final a cerca de 120.000 muertos por la pandemia.

Si, por el contrario, los resultados de la cuarentena vigente se extendieran hasta el 15 de mayo, el consultor en políticas sanitarias estimó que «es esperable» que el número de muertos por coronavirus en el país baje de manera ostensible y oscile entre los 4480 y 4992 muertos. Por eso, la diferencia entre preservar o no el distanciamiento social se traduciría en decenas de miles de muertos menos por la pandemia.

Las estimaciones del investigador de la UBA van en la misma senda del análisis desarrollado por científicos del Instituto Balseiro, Conicet, CNA y Universidad del Comahue. Estimaron que la cuarentena evitó cerca de 9000 contagios, al sábado 11, lo que impactó en la tasa de mortalidad resultante y en la preservación de las capacidades del sistema sanitario, según informó el diario Página 12 .

¿Y si se levanta la cuarentena?

La pregunta subsecuente es obvia. ¿Qué podría pasar si el presidente Alberto Fernández no extendiera la cuarentena más allá de los últimos días de este mes o, incluso, en cualquier otro momento? ¿Podría entonces la curva nacional de contagios dispararse y colapsar las unidades de terapia intensiva, tal y como ocurrió en España y otros países?

«La respuesta a esas incógnitas dependerá de qué ocurra cuando se levante la cuarentena», indicó Lifschitz al diario La Nación . «Claramente, si una vez levantada vamos todos juntos a un recital, va a ser una catástrofe. Todo eso hay que tenerlo muy cuenta al pensar cómo va a ser la salida de la cuarentena. Debería ser parcial y con testeos a una parte importante de la población para identificar contagios y aislarlos; si no, tiraremos por la borda todo el camino ya recorrido».

En esa línea, Lifschitz dejó claro que intentó un ejercicio proyectivo, por un lado, y contrafáctico, por el otro y que es imposible determinar con total certeza cómo llegará -o hubiera llegado- la Argentina al 15 de mayo. Pero no es el único que desarrolla esos análisis. En Estados Unidos, los departamentos de Seguridad Interior y de Salud también estimaron que si el presidente Donald Trump levanta el confinamiento al cabo de 30 días, la cifra de muertos en ese país podría superar los 200.000, según reveló The New York Times .

A esas previsiones sobre riesgos y mortalidad se suman otras más conocidas, como las desarrolladas durante los últimos meses por el prestigioso Imperial College de Londres, que alertó que entre 20.000 y 500.000 personas podrían morir en el Reino Unido según qué medidas se adoptaran y cuándo se fijaran.

Aun así, Lifschitz es consciente de los riesgos propios de un abordaje contrafáctico como el suyo, al punto que lo comparó con especular sobre qué hubiera pasado si el delantero Rodrigo Palacio hubiera pateado por abajo aquella jugada de la final de la Copa del Mundo de 2014. Aun así, reafirmó, y «a juzgar por la evolución de la enfermedad, es posible acordar que el impacto de la cuarentena ha sido más que satisfactorio».

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