Infobae. – Pasaron dos meses desde que la tierra comenzó a arder, sin embargo el incendio forestal que sufre la provincia de Tierra del Fuego aún no se pudo apagar. A pesar de que continúa ‘circunscripto’, el llamativo fenómeno no logró ser extinguido y ya consumió más de 10.000 hectáreas de una reserva natural. Los brigadistas siguen combatiendo el fuego con un gran despliegue de máquinas y elementos.
En las últimas jornadas la situación parecía haber mejorado, pero el viento volvió a avivar focos en cuatro de los seis sectores en que fue dividida la zona. “El viento provocó caída de árboles que avivaron llamas y generaron que rápidamente algunas de ellas tomaran las copas de otros árboles, dentro de un sector interno que aún no había sido afectado por el incendio, ocasionando así más fuego y una columna de humo”, explicó un comunicado oficial difundido por el gobierno fueguino.
A raíz de la situación, las autoridades aclararon que la reactivación de los sectores es una situación prevista en este tipo de incendios en caso de que las condiciones sufran modificaciones y favorezcan la propagación.
Una ley de emergencia ambiental por incendios forestales sancionada por la legislatura fueguina el 7 de diciembre, y que rige hasta el 30 de junio de 2023, determinó la prohibición total de encendido de fuego en zonas agrestes.
Por esta razón, las autoridades comunicaron que continúan las actividades de ‘sofoco y enfriamiento’ en uno de los sectores, tareas de extinción en la Isla Guanaco (próxima a la costa del Lago Yehuin) y de apagado de focos secundarios en otros lugares.
Con esos planes en mente, los profesionales analizan trasladar personal con autobombas y cisternas, y hasta utilizar un helicóptero para llevar brigadistas a un sector donde se generó un ‘punto caliente con presencia de columna de humo’.
El calendario marcaba el 30 de noviembre de 2022 cuando la zona de Corazón de la Isla, situada a unos 40 kilómetros al oeste del municipio de Tolhuin, en el centro de la isla, comenzó a incendiarse. En ese entonces, las llamas empezaron a expandirse cerca de un refugio turístico y luego a la zona boscosa, amenazando las instalaciones de estancias cercanas y hasta un asentamiento de viviendas. La cercanía a este lugar apunta a un posible fogón mal apagado por pescadores. Afortunadamente las llamas no alcanzaron las viviendas ni tampoco se registraron personas heridas.
El incendio forestal en la zona central de la provincia de Tierra del Fuego cumple hoy dos meses desde su inicio el 30 de noviembre de 2022.
Al respecto, el juez de Competencia Ampliada de Tolhuin, José Pellegrino, fue confirmado al frente de la causa judicial que investiga el origen del incendio en el lugar, aunque todavía no se conoce que haya llamado a declarar a testigos o posibles imputados.
Los investigadores tienen en su poder audios telefónicos de estancieros de la zona que podrían servir para identificar a los responsables del inicio del fuego, adelantaron fuentes judiciales.
Desde que la provincia solicitó la ayuda del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, unos 100 brigadistas del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) enviados desde distintas partes del país trabajaron en el lugar hasta su repliegue cuando el fuego pudo circunscribirse.
Desde entonces las tareas quedaron a cargo de equipos de la Dirección Provincial de Manejo del Fuego, Bomberos Voluntarios de Tolhuin, guardaparques provinciales, la brigada del Parque Nacional Tierra del Fuego y miembros de Defensa Civil Tolhuin y la Armada Argentina.
En cuanto a los costos, la provincia ya destinó unos $230 millones en la contratación de dos aviones hidrantes y un helicóptero que sobrevuela la zona arrojando agua, en el caso de que las condiciones meteorológicas lo permitan.
Una ley de emergencia ambiental por incendios forestales sancionada por la legislatura fueguina el 7 de diciembre, y que rige hasta el 30 de junio de 2023, determinó la prohibición total de encendido de fuego en zonas agrestes.
Según expertos, la reserva natural posee “un valor escénico indiscutible” ya que “protege sectores de bosque, turbales y una pequeña porción ecotono, además de resguardar un complejo sistema de aguas comprendido por los lagos Chepelmut, Yehuin y Yakush que están interconectados, y por una porción argentina del lago Deseado”.