El chofer y los pasajeros lograron escapar por la parte trasera de la unidad sin que se registraran víctimas. Horas después del ataque detuvieron al agresor. El dramático momento quedó grabado en una cámara de seguridad.
TN. – Un dramático e inexplicable momento se vivió a bordo de un colectivo durante su recorrido por la ciudad de Orán, en Salta. Un hombre subió a la unidad, roció todo con combustible y lo prendió fuego.
El agresor aguardaba para poner en práctica su plan en la parada ubicada en la esquina de las calles Los Cedros y Nogales, mezclado entre el resto de los usuarios que esperaban el transporte como si fuera uno más de ellos. Pero, apenas abordó el vehículo, mostró sus verdaderas intenciones sin ningún motivo aparente y sin decir siquiera una palabra.
La mirada indiferente del chofer se llenó de miedo con la misma velocidad con la que las llamas tomaron el colectivo: trató de contener el fuego como pudo y después corrió hacia la parte trasera del vehículo junto con los pasajeros que había en ese momento y lograron descender sin que nadie resultara herido.
Minutos después efectivos de la Policía y Bomberos Voluntarios se sumaron a la escena y terminaron de controlar el incendio antes de que pudieran consumir por completo el colectivo.
Toda la secuencia fue registrada por una cámara de seguridad ubicada en el transporte y el video, que se viralizó en las redes, fue clave para identificar al agresor, que se entregó horas después del ataque.
De acuerdo a lo publicado por los medios locales, intervino en el caso la fiscal penal 2 de Orán, Mariana Torres. Entre otras medidas, la funcionaria ya pidió al Juzgado de Garantías que se mantenga la detención del atacante, que fue imputado en forma provisional como autor del delito de estrago doloso.
Un hombre de setenta y nueve años prendió fuego un concesionario a modo de queja por un auto que compró y mostró fallas en el funcionamiento. Lo curioso es que lo hizo treinta y seis años después de haberlo adquirido.
Su nombre es Dewey Fredrick y vive en Indiana, Estados Unidos. En 1986 compró en el concesionario O´Daniel Automart un Jeep que, según él, reportó numerosos fallos en el motor. Ahora enfrenta una pena de 48 años de prisión.
