Kawshigan es gerente de una empresa que fabrica drones en Singapur, pero no se hizo famoso por una nueva tecnología en la materia sino por haber iniciado una causa judicial por “daños y perjuicios” contra una mujer que lo veía solo como un amigo.
Los 3 millones de dólares que pide se destinarían a rehabilitación y terapia que Kawshigan requiere para sanar dichos traumas.
Lo que debería ser tratado y resuelto exclusivamente entre ambos, terminó involucrando a la justicia singapurense. La demanda que será escuchada el 9 de febrero acusa a Nora Tan de supuestos “comentarios difamatorios y conducta negligente”. La primera demanda fue considerada un intento para obligar a la mujer al compromiso.
Demandó por tres millones de dólares a la mujer que lo rechazó
Kawshigan presentó un segundo caso en el que acusaba a la mujer de incumplir un acuerdo para mejorar las condiciones de su relación. Como era de esperar, fue descartado debido a su falta de fundamentos respecto de la acusación.
La relación entre ambos había comenzado en 2016, pero luego de cuatro años las cosas empezaron a complicarse ya que tenían una idea muy distinta de cómo llevar el vínculo. La mujer afirma que el hombre singapurense, luego de ser rechazado, comenzó a amenazarla con tomar acciones legales en su contra.
Redujeron sus interacciones por pedido de la mujer, por lo que Kawshigan se sintió extremadamente ofendido, según publicó The Guardian.
La demanda causó fuertes repercusiones para las luchas que validan los derechos de las mujeres en Singapur. Además, no por ser demandada la mujer acusada cambiaría su opinión: más bien optó por reafirmarla aún más.