En el sur del mundo, sobre todo en las localidades fronterizas, las dificultades de conectividad pueden ser un problema de vida o muerte cuando se trata de temas médicos. Es lo que experimentó un lugareño de 74 años que vive en el sector paso El León de la comuna Cochamó -a más de mil kilómetros al sur de Santiago- y que protagonizó una odisea para operarse de una apendicitis en Argentina, luego de que en Chile no pudiera hacerlo. ¿El motivo? No contar con algún vuelo nocturno autorizado para viajar desde su localidad hacia el hospital de Puerto Montt, el lugar donde debería tratar este tipo de urgencias.
Todo comenzó la semana pasada cuando Abelino Montero comenzó a sentir un dolor abdominal tan agudo como identificable que obligó a que su esposa Adela llamara carabineros para solicitar asistencia médica. El paramédico que acudió al llamado lo examinó y su diagnóstico fue contundente. “Tiene apendicitis y hay operar”.
Ahí empezaron los inconvenientes para Abelino. La policía llamó a la Fuerza Aérea Chilena (FACH) pero le dieron una pésima noticia. “Tomé contacto con un teniente de la FACH y un capitán de la Armada, y como a las 19 horas me comunicaron que era imposible el traslado porque no tenían las condiciones para vuelos nocturnos”, contó el suboficial mayor Jaime Anguita, jefe del retén fronterizo, al diario Las Últimas Noticias.
Ante el negro panorama, y mientras el dolor de Abelino se multiplicaba, los efectivos de la policía del paso fronterizo se movilizaron para intentar ayudar al complicado adulto mayor. “Ante esas circunstancias, le pedimos la cooperación a un lugareño que tiene un cuatrimoto y lo trasladamos, con un tramo final en bote, hasta la frontera. Desde ahí, se hizo una diligencia con familiares del caballero que viven en El Bolsón (Argentina) y con Gendarmería argentina de la frontera para su paso”, añadió el uniformado.
La hija, Yuri Montero, entregó más antecedentes: dijo que su mamá cargó como pudo a su marido por algunos kilómetros a caballo, para luego recorrer cerca de 20 kilómetros en una cuatrimoto, todo en medio de los gritos desgarradores de Abelino. Posteriormente, el trayecto terminó con un tramo de 3 kilómetros en bote por el Río Manso, hasta la frontera con Argentina. En territorio trasandino, fue llevado en camioneta por la pareja de otra hija que reside allá. Luego de 120 kilómetros, llegaron hasta un centro médico, desde donde trasladaron a Abelino en ambulancia hasta el Hospital El Bolsón.
En el recinto médico, el lugareño recibió rápida atención y fue ingresado para luego ser operado de urgencia. Lo complejo es que la demora provocó que escalara la apendicitis y terminó con un diagnóstico de peritonitis. Actualmente el lugareño continúa hospitalizado, aunque sin riesgo vital y recuperándose. Y se estima que podrían darle el alta el miércoles.
Por cierto, la hija de Abelino se mostró crítica por la respuesta que le dieron las autoridades chilenas para trasladar a su padre enfermo hacia un recinto hospitalario, mientras valoró la respuesta al otro lado de la cordillera.
“Vi una información que decía que por las condiciones climáticas no se pudo trasladar, lo que es mentira (…) Tienen que ver que esa gente está geográficamente aislada y la mayor población es adulta. Son inhumanos, estoy dolida y molesta. Fue negligencia de las autoridades, no de Carabineros ni del paramédico”, dijo Yuri, que lanzó una última y sentida reacción.
“Doy gracias a los médicos argentinos que está vivo mi papá. No al sistema de salud chileno”, criticó Yuri al diario Las Últimas Noticias.