Un estudio norteamericano reveló que los latidos cardíacos se sincronizan cuando dos personas se aman.
Aquellos que se aman se encuentran en concordancia emocional, pero un nuevo estudio reveló que esto podría no ser la única. Según este, gracias a los latidos del corazón, la concordancia también podría ser física, publica Radio Mitre.
Esto podría ocurrir con un simple intercambio de miradas, siendo algo totalmente común a ocurrir en una pareja. Ambos comparten gran cantidad de momentos, imitan gestos del otro, se ríen de los mismos chistes, entre otras cosas, sembrando una sintonía.
Algunos estudios ya habían mostrado la concordancia emocional. Una persona puede sentir el miedo, la tristeza, alegría o preocupación de alguien que ama como propio. A todo esto habrá que sumarle la concordancia física, según los nuevos estudios.
Son los latidos del corazón los responsables de esto. Para comprobar que esto era real, este estudio de los Estados Unidos analizó los latidos y respiración de 32 parejas. Las indicaciones fueron que se sentaran en una habitación, guardaran silencio y traten de sincronizarse a nivel físico luego de mirarse a los ojos.
Al llegar a este paso, las parejas comenzaron a inspirar y expirar al mismo tiempo, dando prueba que los latidos del corazón provocan una concordancia física. Para verificar esto, probaron hacerlo entre dos personas que no se encontraban enamoradas, lo cual no dio resultado.
Para que esta concordancia física ocurra, hombres y mujeres no hacen el mismo esfuerzo. Son estas últimas quienes hacen un esfuerzo mayor, lo cual también ocurre cuando se habla de estados de ánimo y emocionales.
Según por lo descubierto por estos investigadores americanos, las mujeres son más empáticas que los hombres. Es más común que ellas sintonicen con lo que su pareja está experimentando.
La sincronía es de gran ayuda sobre todo en momentos de tristeza, depresión o miedo. Esta provoca estabilidad durante estos altibajos emocionales y, además, también ayuda a generar fuertes vínculos dentro de la relación, lo cual les permite mantenerse juntos a lo largo del tiempo.
