«En muletas, pero tenemos que llegar», manifestó el sindicalista , quien negocia un nuevo marco salarial en el contexto de pandemia para los suspendidos.
Los petroleros van a una nueva videoconferencia para negociar con las empresas y con la mediación de autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación. El acuerdo salarial por abril y mayo ya está concluido, por lo que en los últimos días se viene dialogando los detalles de la «Fase 2» de este marco salarial, que alcanza a los operarios suspendidos, en el nuevo contexto de la cuarentena flexibilizada.
«Tenemos muy poca actividad en los yacimientos convencionales, un 20 a 25 por ciento, principalmente en YPF. No así en los proyectos gasíferos como Fortín de Piedra o Loma La Lata que tienen actividad plena. El resto es grave», sostuvo el secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, en una rueda de prensa.
«Hay muy poco consumo de combustibles. Los aviones, que son grandes consumidores, no están volando. Las fábricas están cerradas o trabajando a medias. Los vehículos circulan en un porcentaje. Las refinerías tienen su stock completo. Es una situación delicada, pero vamos a salir entre todos», manifestó el titular del sindicato petrolero.
«Con todo esto de la pandemia, hasta que se pueda empezar a normalizar, nos va a llevar hasta fin de año o más. Tenemos que llegar en muletas, pero tenemos que llegar. Al compañero trabajador no se lo puede expulsar, largarlo al vacío. El despido es la nada, queda desamparado. Hay que asegurarle un ingreso en este proceso hasta que esto se componga», describió.
«Las pequeñas y medianas empresas también nos preocupan, porque no tienen espalda para atravesar un periodo sin facturar y aguantar el sueldo de los trabajadores. Estamos dialogando para encontrarle la vuelta y que el compañero trabajador reciba una remuneración para vivir , tener asegurado sus servicios médicos y que para cuando esto se reactive ya esté adentro», explicó.
El dirigente sindical trazó un escenario crítico para las pymes de Vaca Muerta. Aseguró que muchas se van a fundir porque están pasando por los meses más duros. Al haber un «lag» entre los servicios prestados y las facturas cobradas, junio y julio son meses que corresponden a la mínima o nula actividad de marzo y abril. Además, el mes que viene está el compromiso del aguinaldo, por lo que muchas compañías regionales tendrán que agotar lo que queda de sus golpeadas cajas.
«Hemos sido citados por el Ministerio de Trabajo, así que tenemos mucho por delante para trabajar. Yo voy a ser sincero: no sabemos cómo vamos a arreglarlo. Acá no es cuestión de gritar sino que para defender el trabajo vamos a tener que adecuarnos a las circunstancias actuales para que el compañero pueda tener ese ingreso y cuide su puesto de trabajo para cuando la industria se reactive», expresó.
Fuente: mase.lmneuquen.com