En Argentina existen 155 impuestos. No todos están inmersos en la vida cotidiana, pero un tercio de ellos se cuelan en nuestros gastos mensuales. Un análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), a cargo de Nadin Argañaraz, relevó que entre los niveles nacional, provincial y municipal, una persona puede llegar a pagar hasta 51 tributos que corresponden a una canasta de consumos vinculados a la clase media, como alimentos, servicios públicos, propiedades y entretenimiento.
Del análisis se desprende que el Estado nacional es el que más impuestos cobra, seguido por los municipios y luego las provincias. Asimismo, un segundo nivel de observación permite diferenciar los tributos “pesados”, porque se repiten en varios gastos, y los que, por el contrario, son menos conocidos para el bolsillo de los hogares.
Por ejemplo, el IVA impacta en todos los consumos, mientras que las tasas de inspección por seguridad e higiene, e Ingresos Brutos se encuentran presentes en el 90%. Y en tercera instancia, los pagos por telefonía celular y la compra de un pasaje en avión al exterior del país son los ítems que más tributos incluyen en sus facturas: nueve y diez, respectivamente. Esto no resulta un dato menor, ya que finalmente encarecen su precio final, publicó La Nación.
¿Qué pagamos cuando compramos algo? Esa es una de las aristas que el estudio del Iaraf refleja: transparencia fiscal. Para ello, se elaboraron tres canastas de consumos con distintos niveles de gastos. La primera incluye servicios públicos, alimentos, bebidas, celular, internet, plataformas de streaming y el uso de tarjeta de crédito. De este modo, esta persona abonaría 25 impuestos en un mes: 14 nacionales, cinco provinciales y seis municipales. Varios de ellos se repiten en diferentes productos.
La factura del servicio de telefonía celular está alcanzado por el IVA, Ingresos Brutos, la tasa de inspección por seguridad e higiene, y el impuesto al cheque. Estos son los tributos más conocidos, pero también están acompañados por otros que no suenan tan familiares para el consumidor: la tasa por inspección de estructuras, la tasa de abonados, el aporte para el fondo fiduciario del servicio universal, la tasa de control fiscalización y verificación, y el impuesto interno a la telefonía celular. Según determinó el Iaraf, esta carga tributaria representa un tercio del precio final que pagan los clientes a fin de mes.
La factura de la luz es otro de los gastos cotidianos y que se encuentra por detrás del celular en el ránking de cantidad de impuestos, con siete tributos que la impactan. Entre ellos se encuentran el IVA, Ingresos Brutos, la tasa de inspección por seguridad e higiene, el impuesto al cheque, el aporte al fondo fiduciario para el desarrollo de energía provincial, la tasa por inspección mecánica y suministro de energía y la tasa de alumbrado público.
El segundo perfil de consumos incluye todos los anteriores y agrega gastos por propiedad de una casa y de un auto, seguros, combustible, una salida al teatro y otra al cine, la compra de US$200 a modo de ahorro y la adquisición de productos electrónicos. En total, esta persona pagaría 40 impuestos al mes: 19 nacionales, siete provinciales y 14 municipales. Esto muestra que se sumaron cinco nacionales, dos provinciales y ocho municipales en comparación con la primera canasta de consumo. El relevamiento del Iaraf explica que el aumento en la cantidad de tributos entre este consumidor y el primero se debe a los gastos vinculados a la casa y al auto, que suman seis de los ocho de carácter municipal que se adicionaron.
Dentro los productos que aparecieron en esta segunda canasta de consumos, el combustible es el que más impuestos carga. Siete en total. Entre ellos se encuentran el IVA, Ingresos Brutos, la tasa de inspección por seguridad e higiene, el impuesto al cheque, el impuesto al dióxido de carbono, el impuesto sobre los combustibles líquidos y la tasa vial al combustible. Todos estos, al igual que el caso de la telefonía celular, representan un tercio del precio por litro, en promedio.
La tercera canasta de consumos considera gastos que podrían ser catalogados como más “premium” que los de las canastas anteriores, ya que agrega el cambio del auto, la compra de un pasaje de avión para un trayecto entre la capital y Córdoba, estadía en un hotel, una salida a un restaurant, un viaje al exterior, propiedades que tributen Bienes Personales e ingresos alcanzados por Ganancias. De esta manera, se pueden pagar hasta 51 impuestos al mes: 30 nacionales, 14 municipales y siete provinciales. Esto refleja que la gran diferencia entre este consumidor y el segundo se debe a tributos correspondientes al Estado nacional, que de 19 saltaron a una treintena.
Gran parte de esos once impuestos que se agregan están vinculados a la compra de un pasaje de avión al exterior. De acuerdo al relevamiento del Iaraf, ese gasto demanda el pago de IVA, Ingresos Brutos, el impuesto al cheque, la tasa de seguridad de ANAC, la tasa de seguridad de aviación, tasa de uso aéreo portuario, la tasa de migración, el impuesto a la compra de un pasaje al exterior y el impuesto PAIS, que está próximo a dejar de existir tal cual prometió el Gobierno. La organización Lógica, especializada en asuntos fiscales, calculó que el 48% del valor de los tickets de estos vuelos cubren la presión tributaria. Es decir, casi la mitad.