El amor incondicional de un abuelo se convirtió en el viral de la semana de las redes sociales. El actor protagónico de la historia es Walter Lautenschlager, de 69 años, que decidió ayudar a Pietra, de 19, para que continúe cursando la carrera de medicina. ¿Qué hizo? Decidió rifar el auto que usó toda su vida para recaudar fondos y solventar los estudios de su nieta.
La joven, oriunda de la ciudad de Blumenau, en Santa Catarina, Brasil, decidió estudiar medicina y pronto se topó con dificultades económicas que obstaculizan su deseo de avanzar en esa carrera. Pero su abuelo no se quedó de brazos cruzados y organizó una rifa que tiene como primer premio un Volkswagen Beetle de 1976 en perfecto estado de conservación.
El sorteo se concretará el 14 de agosto, según se puede comprobar en un perfil en Instagram en el que publican fotografías del coche.
“Somos muy unidos. He vivido con él desde que nací y es como un padre para mí. Cuando decidió sortear el auto, me di cuenta de que lo que más quería era que yo cumpliera mi sueño. Se convirtió en su sueño también”, dijo Pietra en declaraciones a un medio local. “La idea era vender el Volkswagen Beetle para poder pagar la deuda, pero a mi madre se le ocurrió la idea de la rifa”, añadió la joven estudiante, que precisa 5.400 dólares para pagar una deuda con la institución académica.
De acuerdo al reporte del sitio OCP News, ya vendió 200 rifas de las 1.000 que necesita completar.
“Quiero hacer realidad sus sueños, así como él está haciendo los míos”, comentó Pierta en referencia al gesto de su abuelo, que ahora es viral en las redes.
Las historias de abuelos y nietos habitualmente se viralizan, en especial cuando el amor se manifiesta y conmueve. Recientemente, una tuitera divulgó en las redes sociales un chat con su abuelo, adjuntando tres fotos de un escritorio para estudiar y unas pocas palabras.
“Me compró un escritorio para que estudie tranquila cuando vaya a su casa, mi abuelo es literalmente todo lo que está bien”, escribió en Twitter. ¿Qué puso el abuelo en el chat? Tal como contamos acá, la singular “tarifa” que la nieta tenía que pagar para usar ese escritorio. “En alquiler por día. Tarifa: beso más abrazo”.
Fuente: TN