Un abuelito acompaña a su hija y a su nieta a tomarse el colectivo bien temprano para que no les pase nada

Un hombre de 75 años acompaña diariamente a su hija y a su nieta a tomarse el colectivo a una estación antes de las seis de la mañana para que ellas puedan irse a trabajar…

lunes 06/06/2022 - 11:03
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Un hombre de 75 años acompaña diariamente a su hija y a su nieta a tomarse el colectivo a una estación antes de las seis de la mañana para que ellas puedan irse a trabajar con tranquilidad. A pesar del frío, el señor no se retira hasta que el transporte público comience su recorrido.

Una usuaria de Twitter contó una tierna historia en breves posteos destacando el accionar de su abuelo que, a pesar de su edad y de las bajas temperaturas por la mañana, va hacia la parada de colectivos a acompañar a sus familiares para que no les suceda nada peligroso.

«Mi abuelo, 75 años, se levanta todos los días a las 5.30 a.m para acompañarnos a mi y a mi mamá a tomarnos el colectivo para ir a trabajar. El otro día lo mire por la ventanilla y se me llenaron los ojos de lagrimas. Gracias por todo siempre abuelito, te amo mucho», explicó @FranchuDear9 en la red social del pajarito con mucha emoción sobre el gestazo del adulto mayor.

«Mi abuelo es de oro, a él no le importa hay -5 grados, siempre que salimos de mi casa esta parado emponchadito y con su gorrito para acompañarnos«, continuó Francesca en sus redes.

Tras el posteo, y como suele suceder en gran mayoría de los casos, la joven recibió todo tipo de críticas por «hacer que un abuelo se muera de frío y corra riesgo de sufrir un hecho de inseguridad». Al respecto, la nieta del señor expresó: «para la gente que habla sin saber, les digo que él siempre lo hizo por voluntad propia, desde que soy chiquita para ir a la escuela, después a la secundaria y ahora a trabajar y a la facultad. Obvio que nos quiere cuidar», destacó en otro tuit.

Por último, terminando de responderle a los críticos de su publicación, Francesca escribió: «jamás en mi vida haría algo para arriesgarlo. Miles de veces ya le dije que no hace falta que nos acompañe porque hace mucho frío o lo que sea, pero a él no le importa, el está ahí siempre que abrimos la puerta con una sonrisa».

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