El próximo lunes, los alumnos de secundaria deberán regresar a las aulas tras varios meses sin presencialidad y el Gobierno se mostró preocupado por la tradicional reunión previa que hacen quienes cursan el último año.
De cara a lo que será el regreso a las aulas de los alumnos de secundaria tras varios meses sin presencialidad, el Gobierno se mostró preocupado por el llamado último primer día (UPD) de clases. Se trata del tradicional festejo que suelen hacer los jóvenes que egresarán, previo a tener que volver a las aulas después de las vacaciones de verano, consigna Infobae.
Según está previsto, en gran parte del país los estudiantes que estén cursando los últimos años de su carrera deberán volver a los colegios el próximo lunes.
Sin embargo, esto se dará en un contexto marcado por la pandemia del coronavirus que todavía se encuentra presente en la Argentina, por lo que para las autoridades nacionales y locales será un desafío fomentar el cumplimiento de las medidas sanitarias dentro y fuera de los establecimientos educativos.
A esto se suman los festejos del UPD, en los que cientos de adolescentes que están por terminar el nivel superior se juntan en espacios públicos -algo que ya está permitido, aunque con ciertas normas de prevención- para celebrar su pronta graduación, muchas veces con bebidas alcohólicas incluido.
“La próxima semana adolescentes comienzan las clases. Conversemos con chicas y chicos para evitar que el festejo del Último Primer Día esté centrado en el consumo de alcohol. Si estamos cerca para escucharlos y darles información certera, todo sale mucho mejor, destacó la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas (SEDRONAR) en su cuenta oficial de Twitter.
El organismo difundió una serie de recomendaciones para esta ocasión dirigida a padres y alumnos entre las que recomienda, entre otras cosas, “trabajar articuladamente con las familias y adultos de la comunidad para generar acuerdos y prácticas de contención y cuidado para este evento”.
A los docentes y demás personas mayores de edad se les aconsejó “tener en cuenta el lugar que ocupan los rituales y las celebraciones en las juventudes y en la sociedad en general”, pero también “brindar información científicamente validada, actualizada y acorde a fin de problematizar el consumo de alcohol y sus consecuencias físicas y sociales”.
Además, la SEDRONAR propuso “diseñar anticipadamente desde la escuela” algunas alternativas para estos encuentros “e incluirlas en la planificación anual de la institución”.
Por otra parte, a los jóvenes les recordó que “el alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central” que “no te estimula”, sino que “reduce la capacidad para pensar, hablar, moverse y todas las demás actividades”.
Señaló que el abuso de esta sustancia “puede causar agresividad, melancolía y pérdida de memoria” e, incluso, “produce distintos grados de inactivación, desde somnolencia hasta anestesia y coma”.
“El objetivo es que entiendas que es mejor no tomar alcohol, que puedas sostener esta decisión a pesar de las presiones sociales, que puedas priorizar y valorar tu salud y tus proyectos. Creemos que estas reflexiones son mucho más ricas si son compartidas con otras y otros para que además de pensar cómo se cuida cada uno, puedan ver cómo se cuidan entre todos”, agregó.