Cómo impactará el triunfo del candidato demócrata o la reelección del presidente republicano sobre los activos locales, la negociación con el FMI y el flujo de inversiones al país.
La Argentina deberá terminar los deberes económicos que comenzó a encarar lentamente en las últimas semanas y, por lo tanto, el valor de sus activos financieros dependerá más de la efectividad de esta estrategia que del resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, consigna Infobae.
En este sentido, los economistas consultados por Infobae coincidieron en señalar que el Gobierno debe avanzar en su agenda de ordenamiento fiscal y monetario y lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para mantener la tenue estabilidad cambiaria que logró estos últimos 2 días y reducir la fuerte brecha entre el mercado oficial y los paralelos.
Y si bien los expertos creen que un triunfo del candidato Joseph Biden frente al presidente Donald Trump podría llevar a una baja global del dólar y por lo tanto a un aumento del flujo de capitales hacia los mercados emergentes y del precio de las materias primas, no consideran que vaya a cambiar en forma fundamental la situación financiera local, que está bastante desacoplada del resto de la región.
Esto se observó, por ejemplo, en las abundantes colocaciones de deuda que realizaron los países de la región a tasas muy bajas, aun en medio de la fuerte crisis global provocada por la pandemia, un beneficio al que la Argentina no accede desde 2018.
Si gana Biden, será un poco más favorable para los mercados emergentes y eso puede impactar sobre el dólar, pero la Argentina tiene una situación demasiado singular (Echagüe)
José Echagüe, director de Consultativo, afirmó que la Argentina no debería esperar “grandes diferencias” con uno u otro resultado. “Si gana Biden será un poco más favorable para los mercados emergentes y eso puede impactar sobre el dólar, pero la Argentina tiene una situación demasiado singular con una agenda muy propia que hace indiferente que gane uno o el otro. En cuanto al acuerdo con el FMI, todavía menos”, afirmó.
“La relación con el FMI ya está jugada por la historia y por las necesidades de cada uno y, además, en el Fondo Estados Unidos tiene una posición más institucional que partidaria”, aclaró.
En cuanto al rumbo de los activos como bonos y acciones argentinos, más allá de algún efecto coyuntural, aseguró: “No creo que cambien demasiado de valor; inclusive en escenarios extremos como la pandemia muchos países se pudieron endeudar a tasas bajas por la gran liquidez que hay”.
“Eso tiene mucho más que ver con lo que hagamos nosotros que con el contexto”, indicó Echagüe, tal como se reflejó en la salida de depósitos en dólares de los últimos meses.
Andrés Borenstein, economista asociado de Econviews, coincidió con el diagnóstico. “No veo un efecto importante respecto del FMI, que va a pedir un programa duro y, si ese plan está bien, será aprobado por los representantes de uno u otro candidato”.
Respecto del dólar, opinó, “el gobierno de Biden impulsará un dólar más bajo y eso ayudará al precio de las materias primas, pero no creo que la soja se vaya a 600 dólares. O sea, que cambie demasiado la situación de la Argentina”.
Fernando Baer, analista de Quantum Finanzas, consideró que “puede haber lecturas a favor y en contra, pero lo más relevante pasa por lo que finalmente decida hacer e implementar Argentina”.
“Es más relevante resolver las incertidumbres locales, sobre todo en la política, que el efecto que podría tener algún resultado electoral en Estados Unidos. Hay instituciones y mecanismos, y una agenda puntualmente en ese país, que es relativamente independiente de quién gane. Y creo que eso es lo más relevante en el caso de Argentina”, expresó.
En este sentido, Diego Martínez Burzaco, jefe de Research & Strategy de Inviu explicó que “a priori uno podría pensar que un triunfo de Joe Biden y con los demócratas tomando el control del Congreso sería más beneficioso para los países emergentes, porque implicaría un gran paquete de estímulo fiscal para Estados Unidos, lo que debería llevar a un dólar débil, materias primas más altas y mejores perspectivas para estos lados, incluyendo la Argentina”.
“Es cierto que nuestro país está en una dinámica propia, medio ajeno a todo lo que pasa en el mundo, pero si se da el escenario anteriormente descripto, ayudaría a Brasil y, por traslado, a la Argentina”, enfatizó.
El mercado observará primero quién gana y cuándo se define la elección. “A partir de allí se podría ver y analizar el escenario de corto y mediano plazo”, aclaró.
Por su parte, Fernando Marull, socio en FMyA, dijo que “hasta la semana pasada había cierta aversión al riesgo, pero desde este lunes el panorama mejoró al descontar que no habrá un problema institucional; un mal escenario para los mercados globales y para la Argentina es que Trump pierda y no reconozca el resultado, pero no es lo más probable”.
“En este contexto ninguno de los dos es un mal escenario para la Argentina, porque los mercados van a seguir repuntando, tanto en las acciones como en las materias primas. De todos modos, la Argentina no está aprovechando el boom que experimenta la región”, aclaró Marull.
LA RELACIÓN BILATERAL
La relación bilateral es muy importante para la Argentina. Un informe de la consultora Abeceb destacó que Estados Unidos es el principal inversor externo en nuestro país con el 22,7% del stock de Inversión Extranjera Directa, casi USD 17 mil millones, según los últimos datos del BCRA. Además, se trata del tercer socio comercial de la Argentina: en 2019 el intercambio comercial superó los USD 10 mil millones y entre enero y septiembre de 2020 acumula más de USD 5.700 millones (USD 2.526 millones de exportaciones y USD 3.206 millones de importaciones).
Un triunfo de Biden sería más beneficioso para los países emergentes porque implicaría un gran paquete de estímulo fiscal para Estados Unidos, lo que debería llevar a materias primas con un precio más alto (Martínez Burzaco)
Respecto de las inversiones, entre los sectores de mayor relevancia se encuentran el petrolero (apalancado por las inversiones en Vaca Muerta), suministro de energía (AES), industria manufacturera (GM, Ford, Goodyear, BASF, DuPont, Whirpool), seguros (Metlife, Prudential), servicios financieros (American Express, Visa, JP Morgan), servicios profesionales (Accenture, Manpower Group), servicios de información y comunicaciones (IBM, Cisco Systems, Google), detalló el informe de la consultora fundada por Dante Sica.
En particular, “el sector que más ha dinamizado las inversiones en los últimos años ha sido el de la extracción no convencional de petróleo y gas en Vaca Muerta; en este sentido la OPIC (Overseas Private Investment Corporation) aprobó fondos por USD 450 millones para financiar a Vista Oil y Aleph Midstream”.
De todos modos, el derrumbe de los precios internacionales del petróleo debido a la pandemia de COVID-19 “ha puesto en un compás de espera la actividad de este sector. En los últimos tiempos, el mayor anuncio de inversión entre las empresas de EEUU con capitales en Argentina corresponde a Ford (USD 700 millones)”.
En el plano comercial, si bien el saldo es negativo para la Argentina, en los últimos años ha mejorado, principalmente por el desplome de las importaciones, que en 2019 mostraron una baja interanual de 18,3% y en los primeros nueve meses de 2020 cayeron 36,1%, concluyó el informe de Abeceb.
Al respecto, Marcelo Elizondo dijo: “Sinceramente no veo muchas diferencias entre que ganen Trump o Biden para la Argentina, que debe resolver sus propios problemas y nadie le va a resolver nada”.
“La verdad es que Trump le dio a la Argentina la mayor ayuda que haya recibido el país en muchos años con el crédito del FMI del 2018, que se aprobó por el compromiso que Trump tomó con Macri. A la Argentina no le habían prestado nunca semejante cantidad de recursos, salvo por los planes Baker y el Brady, que benefició a toda América Latina”, afirmó.
“De todos modos, creo que Trump podría tener algún interés en ayudar para frenar la creciente influencia de China en la región en general y en la Argentina en particular, lo cual puede generar algunas obras de infraestructura, pero no mucho más allá de eso. El interés de Trump es Venezuela y México y no mucho más allá de eso, salvo ponerle un freno a China, pero eso es táctico. En el caso de Biden, lo veo con muy poca agenda para América Latina; los demócratas tradicionalmente no se preocupan por la región. Obama no hizo nada por América Latina. La última iniciativa que tuvo Estados Unidos fue el proyecto del ALCA que había surgido con Bush padre y luego la mantuvo Clinton, pero él era un demócrata más liberal y en cambio Biden parece más preocupado por otras regiones. El problema de fondo es que América Latina pierde relevancia y Estados Unidos está poniendo su energía en otras zonas. Biden posiblemente utilice su esfuerzo para recomponer la relación con Europa y parte de Asia, con una puja más institucional con China”.
“Además, el FMI no le va a prestar plata a la Argentina si el Gobierno no arregla el desastre macroeconómico que hay en el país, gane uno u otro. El Fondo está pidiendo que el país haga ajuste y luego ayudar, no al revés. Con casi 1.500 puntos de riesgo país, el problema es nuestro, no de los demás”, sentenció.