Se trata de chicos de 10, 13 y 14 años que sufrieron golpes, hostigamiento físico y psicológico y estrangulamientos, entre otros tormentos.
En los últimos días se conoció el horror que vivieron tres hermanitos en Río Gallegos, Santa Cruz, quienes eran torturados por su padre biológico y su madrastra. Los menores sufrieron golpes, hostigamiento físico y psicológico y estrangulamientos, hasta que dos de ellos lograron escapar por la ventana del baño y denunciar en una comisaría lo que padecían en su casa.
Los chicos de 10, 13 y 14 años vivían con su madre y decidieron mudarse con su padre biológico porque el padrastro les pegaba. Lo que no esperaban era vivir un calvario todavía peor, ya que fueron sometidos a mordeduras, golpes e, incluso, coprofagia (hacerles comer su propia materia fecal) por más de un año.
“Tenían terror de que los mataran”
El Dr. Jorge Godoy, a cargo de la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes, explicó al medio local La Opinión Austral que todo salió a la luz cuando los dos hermanitos rompieron una tablet de la madrastra y tuvieron miedo de que los matara. En ese momento, los dos varones huyeron, pero la niña temió escapar con ellos.
“Cuando estos chicos, por el terror de que los mataran, decidieron escaparse, fueron a una comisaría pidiendo ayuda. Infancia los fue a retirar y rápidamente se llevaron a la hermana”, expresó Godoy. En ese sentido, agregó que los niños estaban encerrados en la habitación todo el día y solamente “podían salir cuando no estaba su madrastra”.
A partir de los informes que se realizaron de las declaraciones de los menores en Cámara Gesell, en conjunto con el cuerpo médico forense, la Justicia determinó la detención de David Edgard Fernández, el padre biológico de los hermanitos, y su pareja, Roxana Vega, a quien apuntaron por los actos de tortura.
Godoy también detalló que “el hombre hacía changas, entonces estaba todo el día fuera de la casa, y la mujer hasta ese momento no trabajaba. Les pegaba a puño cerrado por todo el cuerpo, les pegaba con un cinturón, con un caño metálico”.
Esta historia conmovió a todos los vecinos por el nivel de maltrato y tortura que vivieron los hermanitos por parte de su familia. A raíz de los resultados que lanzaron los exámenes forenses, se concluyó que los niños cuentan con deformaciones en los cuerpos, consecuencia de las mordidas que la madrastra les realizaba en las orejas, cabeza y labios.
“Lo más importante es que los chicos están resguardados, están felices con su tía. Una tía materna que, la verdad, con mucha valentía se hizo cargo de los tres hermanitos y ellos están muy bien. Su estado de salud está siendo evaluado en general. Distintos profesionales médicos los están viendo para ver cómo están y determinar posibles secuelas del maltrato que han recibido”, cerró Godoy.