La pena se conoció hoy y las partes fueron debidamente notificadas.
Los cinco abusos se produjeron entre mediados del año 2011 hasta el 2012.
Por un lado los fiscales Silvia Pereira y Rubén Kholer, y por el otro los defensores Rodrigo Miquelarena y Martín Castro.
Los jueces María Tolomei, Marcelo Nieto Di Biase y Mirta Moreno de manera unánime acordaron imponer una pena de 20 años de prisión contra el sacerdote Héctor Coñuel que durante varios años y en distintas circunstancias, abusó sexualmente de un adolescente discapacitado que concurría a su parroquia en el barrio San Martín de Trelew.
El sacerdote tiene 46 años de edad, es oriundo de Chosmalal, en la provincia del Neuquén. Allí es apodado “Cuchi” y ya tenía una causa penal en la provincia de la Pampa, donde había prometido “resocializarse”. Fue en el año 2019 en la ciudad de Santa Rosa. El delito fue el de abuso sexual simple.
Ahora la justicia de la provincia del Chubut lo halló culpable de cinco hechos contra la misma víctima cuando ésta era adolescente y participaba activamente en la parroquia del barrio San Martín.
El tribunal no tuvo en cuenta el “atenuante” que pidieron los defensores en función de la “condena social” que el cura ya sufrió, por la publicidad del juicio en su contra. Para los tres jueces su función de sacerdote y su condición de pertenecer a la Iglesia Católica se consideró especialmente y fue un “agravante” para la dura condena. “Es la religión oficial adoptada por el Estado argentino en su Constitución”, dicen los jueces en el fallo.
Fue condenado por el delito de abuso sexual en varias de sus escales, teniendo en cuenta que se probaron cinco hechos contra la misma víctima, a lo largo de dos años. Se consideró que uno de los casos fue abuso sexual simple “aprovechándose que la víctima no pudo consentir libremente la acción, agravado por haber sido cometido por ministro de un culto reconocido”.
En cuatro de los hechos la imputación fue de “abuso sexual doblemente agravado por haber sido cometido con acceso carnal, mediante amenazas y violencia, aprovechando que la víctima no pudo consentir libremente la acción y mediante abuso intimidatorio de una relación de autoridad, agravado por haber sido cometido por un ministro de un culto reconocido”. Se le sumó la figura de “promoción de corrupción de menores de dieciocho años de edad agravada por mediar amenaza y abuso de autoridad”.
Los cinco abusos se produjeron entre mediados del año 2011 hasta el 2012. Por entonces la víctima con una discapacitada leve, tenía 14 a 15 años de edad.
Tras conocerse la sentencia los fiscales Pereira y Kholer expresaron su satisfacción por el trabajo realizado e hicieron extensivo el reconocimiento al equipo de trabajo de la Fiscalía de Trelew, Policía y otros operadores judiciales que los acompañaron durante el proceso penal contra el sacerdote.