La disputa entre Elisa Carrió y la Casa Rosada parece no dar tregua. Ayer, la diputada cumplió con su promesa y al final presentó el proyecto de juicio político contra el ministro Germán Garavano, en medio de la tensión más aguda que la Coalición Cívica y el PRO vivieron desde que formaron la coalición de gobierno.
Entre críticas, internas y dardos cruzados, sorprendieron las pintadas a los costados de la autopista Ricchieri, cerca de la avenida General Paz. «Carrió 2019», se lee en los paredones. La leyenda cobra relevancia cuando todavía faltan meses para el inicio de la campaña del próximo año y frente a un escenario incierto en Cambiemos en la relación entre las fuerzas que componen la alianza oficialista.
La líder de la Coalición Cívica aún tiene dos años más de mandato después del 2019. Pero no son pocos los que creen que los movimientos de estos días de la diputada podrían ser el presagio de la elección.
En 2015, Carrió compitió contra Mauricio Macri y Ernesto Sanz en las primarias de Cambiemos. En caso de competir en 2019, ¿lo hará por afuera o por adentro de la alianza de gobierno?