Los salarios registrados estables tuvieron en agosto un aumento de 5,9%, por lo que crecieron menos de la mitad que el ritmo de la inflación de ese mes que fue de 12,4 por ciento tras el impacto que tuvo en los precios la devaluación del tipo de cambio oficial el día después de las elecciones PASO.
Según el índice Ripte, que elabora el Ministerio de Trabajo y que mide cómo se mueven los ingresos del sector del mercado laboral que tiene salarios registrados (públicos o privados) pero que además son trabajadores con estabilidad en el último año, reflejó un primer efecto de las remuneraciones ante el salto cambiario y el fogonazo de la inflación. Medido de manera anual, el Ripte tuvo un crecimiento nominal de 121%, frente a una suba de precios general de 124,4 por ciento.
La cifra que informa el Ripte es una de las variables que inciden en la fórmula que determina los incrementos nominales de jubilaciones y asignaciones universales, que son algunos de los ítems del gasto más relevantes para las cuentas públicas.
El mes anterior el Ripte había registrado un incremento de 7,4% nominal, 1,1 puntos porcentuales por encima del IPC de ese mes. Y julio no había sido el primer mes del año en que el Ripte creciera más que la inflación. En marzo, con una inflación de de 7,7%, el Ripte también había crecido 9,8%, tal como lo hizo en abril. En febrero, por su lado, el Ripte creció 8,4% contra un 6,6% de inflación, y en junio habían ganado 8,1% contra 6 por ciento. Por el contrario, en mayo el Ripte creció 6,2% contra 7,8% de inflación y en enero 3,8% versus 6% de suba de precios.