La reforma laboral quedó trabada en el Congreso en 2017 después de que el Gobierno consiguió la reforma previsional en jornadas convulsionadas con incidentes en la calles, marchas y peleas entre Diputados. Ahora, un día después de que la Administración Macri anunciara el aumento de tarifas para el año que viene, el ministro Dante Sica vuelve a instalar la cuestión laboral, que rechazan los gremios y el peronismo: «Vamos a impulsar la reforma laboral. Continuaremos con el diálogo con la CGT y con los sectores empresariales para bajar los costos extrasalariales que nos quitan competitividad».
A pesar de tener un Congreso sin mayorías y en un año electoral con poca actividad, el ministro de Producción y Trabajo Dante Sica cree que se puede tratar la reforma laboral resistida por los gremios, en 2019.
Este viernes (28/12), el funcionario aseguró que el próximo año el Gobierno volverá a impulsar el tema a pesar de que la CGT rechaza la iniciativa. Pero, en cambio, aceptó discutir un aumento del salario mínimo como vienen reclamando los sindicatos.
«Vamos a impulsar la reforma laboral. Continuaremos con el diálogo con la CGT y con los sectores empresariales para bajar los costos extrasalariales que nos quitan competitividad», dijo el ministro en declaraciones a LN+. Según el funcionario, la reforma de un paquete de leyes que flexibilice las condiciones laborales para darle una «competitividad» a la economía «es más importante para los trabajadores que para los empresarios».
Para Sica, en el país «hay un exceso de regulaciones y de penalizaciones que terminan impidiendo las nuevas formas de contratación». «Hace un año que está parada la ley del blanqueo laboral… ¿Cómo no voy a insistir si esto es lo que está desprotegiendo a los trabajadores?», agregó.
«Hay que tener una discusión sin prejuicios y mirar la realidad de los números entre el sector privado, los empresarios, los trabajadores y el Gobierno para empezar a discutir las nuevas formas de relacionarnos en términos laborales», insistió.
Por otro lado, Sica también se refirió al vínculo del Gobierno con la CGT y al reclamo de la central obrera para que se decrete un nuevo aumento del salario mínimo para que se asemeje al costo de la canasta básica. Para la CGT, la cifra no debe ser inferior a $25.000. Desde ya, el funcionario aseguró estar “dispuesto”.
“Nosotros venimos trabajando con la CGT, tenemos un diálogo fluido, todos los días tenemos contacto con los distintos miembros, charlamos con los dirigentes, así que no va a haber ningún problema en tratar este tema», explicó.