La vocera del Fondo Monetario Internacional (FMI), Julie Kozack, dijo en su habitual conferencia de prensa que en la Argentina hay señales de una «incipiente» recuperación de la actividad y de los salarios, pero advirtió que «quedan varios desafíos por delante». La declaración se dio luego de que se conociera la disparada en los niveles de pobreza e indigencia durante el primer semestre.
«Demuestran la delicada situación social», afirmó Kozack al respecto de los datos publicados por el INDEC la semana pasada.
La pobreza avanzó hasta 52,9% en el primer semestre del año y alcanza a 24,9 millones de personas en todo el país. Implica una suba de 11,2 puntos porcentuales respecto al cierre del año pasado, que había sido de 41,7% en el momento del cambio de Gobierno y de 12,8 puntos en comparación con un año atrás, cuando había sido de 40,1 por ciento. Esto representa, además, el dato más alto desde 2003.
Los números oficiales difundidos por el organismo estadístico dan cuenta también de un empeoramiento en la tasa de indigencia. Así, el 18,1% de la población de todo el país no pudo tener cubiertas las necesidades alimentarias básicas, lo que representaría 8,5 millones de personas. También implicaría una suba marcada respecto a los últimos índices: seis meses antes este número era de 12% y de 9,3% un año atrás.
La portavoz del Fondo sostuvo que la implementación del programa de Javier Milei tuvo como resultado una reducción considerable de la inflación y del déficit fiscal. «Hay señales de una incipiente recuperación de la actividad y de los salarios reales. Sin embargo, todavía quedan varios desafíos por delante», mencionó.
Ante la consulta sobre el crecimiento del empeoramiento en los indicadores sociales, Kozack respondió que el organismo siempre reconoció «la delicada situación social, como lo demuestran, por supuesto, los datos de pobreza publicados recientemente».
«Abordar estas elevadas tasas de pobreza y garantizar que el crecimiento sea más inclusivo sigue siendo una prioridad para las autoridades, que siguen tomando medidas para proteger a los más vulnerables. En particular, las autoridades han ampliado los programas de asistencia social bien focalizados que benefician a las mujeres y los niños pobres», agregó.
La portavoz del Fondo aseguró que podría existir una mejora adicional de los salarios y la actividad en caso de que el Gobierno continúe con las medidas para reducir la inflación y reformas para fomentar el empleo y la inversión. «Sólo quiero decir que nuestro personal sigue participando de forma activa y muy activa en esta tarea tan importante», dijo.
Kozack evitó dar precisiones sobre las actuales conversaciones con el Gobierno argentino ni sobre la posibilidad de unificar las últimas revisiones del programa vigente por USD 45.000 millones, en línea con lo que había dicho el ministro de Economía, Luis Caputo, hace unas semanas. El titular del Palacio de Hacienda había expresado que el país podría adelantar la última evaluación, prevista para noviembre, lo que permitiría un desembolso de USD 1.100 millones y la posibilidad de comenzar a negociar un nuevo acuerdo.
La vocera tampoco dio precisiones sobre si el incumplimiento del país de la meta de acumulación de reservas en el Banco Central, que quedó USD 2.000 millones por debajo del target pactado para el tercer trimestre, dispararía un waiver ni hizo referencia a las negociaciones que mantiene la autoridad monetaria con bancos internacionales para reforzar sus arcas, en línea con lo que publicó Infobae.
«Con respecto a las preguntas sobre las reservas y los objetivos de reservas, lo que puedo decir es que el equipo está comenzando a evaluar el cumplimiento de los objetivos de fines de septiembre, tanto en el ámbito fiscal como en el de las reservas. Este trabajo técnico continúa, por lo que sería prematuro que yo hiciera más comentarios sobre este tema», concluyó.