El presidente Donald Trump afirmó este domingo que aprobó el uso de las reservas estratégicas de petróleo «si es necesario» para estabilizar los mercados de energéticos después de que instalaciones petroleras de Arabia Saudita fueron blanco de un ataque el sábado. El bombardeo en la planta saudita afectó el 5% de la producción. Estados Unidos tiene actualmente guardados 630 millones de barriles para casos de emergencia.
En ese contexto, se disparó el precio de las commodities de petróleo: la variedad WTI y la Brent (la que usa de referencia la Argentina) aumentan más de 10%. La primera se ubica en 61.12 dólares y la segunda en 68.25 dólares a las 20.30 hora argentina.
Trump tuiteó que los ataques podrían tener repercusiones en los precios del crudo y afirmó que la cantidad de reservas a usarse, si se requiere, será «suficiente para mantener los mercados bien abastecidos».
El solo hecho de anunciar la autorización podría ayudar a impedir que los precios internacionales del petróleo suban luego de que el ataque del fin de semana provocó la suspensión de más 5% de la producción diaria mundial de crudo. El gobierno de Trump culpó a Irán de los ataques.
El mandatario comunicó además que había «informado a todas las agencias apropiadas para acelerar la aprobación» del uso de oleoductos en Texas y otros estados.
La reserva federal de petróleo tiene cientos de millones de barriles de crudo y sólo se ha utilizado en tres ocasiones, la más reciente en 2011 durante el periodo de agitación en Libia. El Departamento de Energía ya había adelantado en un comunicado que EE.UU. estaba «preparado» para tomar esas medidas en respuesta a lo ocurrido en Arabia Saudita.
Allí, dos refinerías saudíes de la petrolera estatal Aramco, la principal del mundo, fueron atacadas con diez drones el sábado, lo que ha supuesto una reducción de cerca del 50% en su producción, aunque Riad ha asegurado que cubrirá la demanda de sus clientes con inventarios.
Los ataques fueron reivindicados por los rebeldes hutíes yemeníes, apoyados por Irán; pero, el sábado, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, responsabilizó directamente a la República Islámica.
Ante el posible impacto económico de esos incidentes, Washington ha comenzado a coordinarse con la Agencia Internacional de la Energía (AIE), un organismo creado tras de la crisis del petróleo de 1973, para ver qué «posibles opciones están disponibles en caso de que se necesite tomar una acción colectiva global», detalló el Departamento de Energía estadounidense.
Ese departamento controla la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés), que cuenta con la mayor provisión de crudo para casos de emergencia de todo el mundo. Esas reservas de petróleo, propiedad del Gobierno de EE.UU., se encuentran en unas enormes cavernas subterráneas en la costa del Golfo de México, específicamente en los estados de Texas y Luisiana.
Esa reserva fue creada en 1975 después del embargo árabe de petróleo que elevó los precios y perjudicó la economía estadounidense. Su objetivo es evitar futuras interrupciones en el suministro de crudo y servir como una «herramienta de política exterior», de acuerdo a la web del Departamento de Energía. Actualmente, EE.UU. tiene guardados 630 millones de barriles para casos de emergencia, detalló un alto funcionario del Gobierno, que pidió el anonimato.
Como menciona Clarín en su sitio web, desde que este sábado se produjeran los ataques contra las refinerías saudíes, el Gobierno de Trump ha adoptado una posición agresiva, culpando directamente a Irán y respaldando «el derecho de Arabia Saudita a defenderse».
Tanto Riad como Washington acusan a Teherán de financiar y armar a los insurgentes hutíes del Yemen en violación del embargo de armas de la ONU, aunque el Gobierno iraní defiende que su es solo político y de asesoramiento.
La guerra en el Yemen es escenario de un pulso de poder entre Teherán y Riad. El conflicto se recrudeció en marzo de 2015 con la intervención de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí y apoyada por EE.UU. contra los rebeldes hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán.