Cristina Kirchner realizó una dura crítica contra los gobernadores y diputados peronistas que apoyaron el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. A través sus redes, la ex presidenta publicó un escrito bajo el título «el voto y el veto» donde, sin nombrarlos, apuntó contra el tucumano Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil, y habló de «transfuguismo político».
«El voto contra la universidad nacional, pública y gratuita prevaleció, y el veto de Milei contra la educación sigue vigente», planteó la ex vicepresidenta del gobierno de Alberto Fernández, con relación a la sesión que tuvo lugar ayer en el Congreso.
A su vez, en el texto hizo referencia a gobernadores del PJ «que habrían influido sobre algunos legisladores de sus provincias, para plegarse a la estrategia de apoyo al veto de Milei». También recriminó la «carita sonriente y los deditos en V de otro diputado del peronismo de Misiones que hizo lo mismo». Acompañó la publicación con imágenes de artículos periodísticos donde se cuestiona el accionar de Jalil, Jaldo y el legislador Alberto Arrúa.
«Por alguna desconocida alquimia, terminó siendo uno de los 5 votos peronistas que, de haber cumplido con su mandato, habrían dejado sin efecto aquel veto y hoy la universidad tendría financiamiento, sus facultades no estarían tomadas y los docentes y estudiantes en clase», sostuvo CFK.
En otro pasaje de su descargo, Kirchner destacó la nota que publicó hoy este medio para analizar el resultado de la votación en Diputados. «Las razones de este verdadero transfuguismo político las explica, mejor que nadie, el título y contenido de la nota publicada hoy por el portal Infobae: ‘El gobierno aprovechó las necesidades provinciales y profundizó las fisuras en casi todos los bloques opositores'», indicó.
Y completó: «Esto es lo que está destruyendo las representaciones políticas y sus instituciones. Y todavía hay algunos que se preguntan por qué ganó Milei».
Ayer, la ausencia que generó el mayor cimbronazo político fue la de Fernanda Ávila. La catamarqueña fue el único miembro de Unión por la Patria que no rechazó el veto y no son pocos los que leen esa jugada como un indicio claro de que el gobernador Raúl Jalil analiza romper el bloque, siguiendo el mismo camino que los tres tucumanos que conformaron la bancada Independencia.
Al término de la sesión, un comunicado del PJ provincial dejó en claro que la interna quedó al rojo vivo: «La ausencia de una diputada de nuestro espacio, sin ninguna razón de fuerza mayor que lo justifique nos obliga a repudiar su comportamiento. Nos votaron precisamente para defender los valores que este gobierno destruye». Un dato significativo es que Ávila estaba en el Congreso, acuartelada en su despacho.
En esta línea, Cristina Kirchner aprovechó para hacer un llamado a reflexionar sobre cómo el peronismo debe reconstruirse para ser relevante en una nación que enfrenta graves desafíos. «Nos obliga hoy, más que nunca, a enderezar lo que se torció», señaló, en sintonía con su lanzamiento para presidir el PJ Nacional.
Justamente, «enderezar lo que se torció» es el concepto que utilizó CFK para anunciar su movida política, que por ahora la enfrenta con el riojano Ricardo Quintela, el gobernador que también compite para liderar el justicialismo nacional.
«Quiero agradecer a todos los compañeros y compañeras las muestras de cariño y los mensajes de apoyo para ser la Presidenta de nuestro partido. Nunca he ocupado un lugar sin tener la certeza de estar capacitada para la tarea encomendada; sin miedo ni presiones», afirmó en una carta pública.
Luego remarcó: «Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad, porque si algo tengo claro también, es que acá no sobra nadie. Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes».
A lo largo de su misiva, Cristina Kirchner desarrolló por qué cree que el peronismo debe reinventar un nuevo espacio de discusión para salir del estado de confusión en el que, reconocen, se encuentran tras las sucesivas derrotas electorales.
«Debemos poner en marcha el segundo trasvasamiento, incorporando las nuevas generaciones en los secundarios, universidades, sindicatos, movimientos sociales y, desde ahí, recomponer la presencia en las barriadas populares junto a las iglesias, las sociedades de fomento, los clubes de barrio y todas aquellas instituciones organizadas desde la comunidad», señaló.