El gobierno de Israel busca incentivar a la población para lograr inmunidad, en el menor tiempo posible.
Primero, el gobierno israelí ofrecía pizzas y postres gratis a la gente del lugar, siempre y cuando cada uno de ellos pusiera su brazo y recibiera la vacuna. Ahora, el Estado fue por más todavía. Y a pesar de tener casi a las dos terceras partes de la población ya inmunizadas, Israel quiere que su gente esté toda vacunada en el menor tiempo posible.
Por eso, continúan con sus campañas de incentivo para quienes aún no se animaron y la última es muy particular: hizo un acuerdo con el pub de Tel Aviv, Jenia, que ofrecerá tragos gratuitos a las personas que presten su brazo para ser pinchados con la vacuna anti Covid-19.
Según indicó LMNeuquen, en el local gastronómico, el gobierno instaló una estación de vacunación móvil y comenzó a dar inyecciones. De este modo, decenas de personas residentes en Tel Aviv se dirigieron al bar para hacer fila, darse la vacuna y después quedarse a disfrutar de un rico trago.
Desde el 3 de febrero pasado, Israel permite que todos sus ciudadanos mayores de 16 años tengan acceso a la vacuna. Incluso, más allá de la movida del pub, el gobierno nacional entrega un pase que le permite a todo aquel que se vacune poder ingresar gratis también a gimnasios, hoteles, eventos culturales y más.
Una de las personas que decidió inyectarse, confesó que en un principio estaba un poco escéptico acerca del coronavirus, porque creía que se trataba más de una movida de los medios de comunicación que de una situación realmente compleja. Aun así, tomó la decisión de vacunarse porque, como consecuencia de la pandemia, en varias ocasiones le cerraron su negocio y espera que de este modo se terminen esos vaivenes.
“Estoy haciendo esto por el bien de mi comercio, para obtener el certificado que elimine las restricciones. El último año ha sido duro, he estado viviendo de un encierro a otro”, indicó el hombre, de nombre Danny Dak. En la misma fila estaba otro hombre, trabajador en una empresa de juegos online, quien esperaba dársela pese a que su mamá le advirtió que esperara un poco más de tiempo antes de aceptar recibir la vacuna”.
Una encuesta arrojó que 4 de cada 10 personas, temen a los efectos secundarios de la vacuna y el 30% duda de la efectividad. En tanto, el 4% dice que los incentivos son insuficientes
