Una joven neozelandesa de 23 años sufrió una intensa reacción alérgica a un medicamento que tomó para la depresión y que casi la mata. “Me quemó de adentro hacia afuera”, aseguró en diálogo con el medio Stuff.
La víctima, Charlotte Gilmour, desarrolló el síndrome de Stevens-Johnson, un trastorno poco común que provoca ampollas en la piel, la boca y el esófago. Según Mayo Clinic, esa afección comienza con síntomas similares a los de una gripe y luego surgen las erupciones en la piel.
“La parte más aterradora es que me quemó de adentro hacia afuera, así que todas las quemaduras en el exterior se debieron a que mi interior estaba tan quemado que comenzó a manifestarse en el exterior de mi piel”, relató la joven.
Gilmour contó que antes de que se desatara lo peor, estuvo con un intenso dolor en el pecho por toda una semana. Fue así cómo se despertó una mañana con el cuerpo lleno de un doloroso sarpullido. “Me miré al espejo y me puse a llorar. Ahí me di cuenta de que era algo bastante serio”, continuó.
En cuanto fue al hospital, dijo que le dio la impresión de que ni los enfermeros sabían cómo tratarlo, lo cual la asustó aún más. “Fue muy aterrador escuchar que nadie sabía mucho sobre esto”, recordó.
El nivel de la alergia fue tal que gran parte de su cuerpo resultó afectado. “Era como si me hubieran cocinado el brazo. También podía sentir el hueso de la parte superior de mi boca porque mis encías habían muerto”, agregó.
Durante un mes, la joven permaneció internada bajo un tratamiento con diferentes medicamentos, aunque no todo salió como ella esperaba. “Todo fue de mal en peor hasta que una noche empeoró tanto que prácticamente perdí la visión”, sostuvo.
Si bien Charlotte ya fue dada de alta, aún sigue experimentando algunos síntomas del síndrome y tiene que continuar con la rehabilitación. “Todavía me salen ampollas en los ojos y el sarpullido aparece siempre en el mismo lugar donde ocurrió la peor quemadura”, indicó.
A pesar de la dura experiencia que tuvo que atravesar, en una publicación en su cuenta de Facebook expresó: “Esto me hizo sentirme más agradecida por mi vida. Fue un recordatorio para apreciar cada día y valorar la salud mientras la tienes. La vida es tan preciosa y lo di por sentado. Todavía me queda un largo camino por recorrer, pero lo superé y sobreviví. Hoy tengo una segunda oportunidad”.