Todos contra todos

Con Macri como jefe, Bullrich consiguió financiamiento para enfrentar a Larreta. Sin embargo, como Larreta, Bullrich dice que está dispuesta a enfrentar a Macri si es necesario. En el VIP de La Rural donde Mauricio…

domingo 30/10/2022 - 9:28
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Con Macri como jefe, Bullrich consiguió financiamiento para enfrentar a Larreta. Sin embargo, como Larreta, Bullrich dice que está dispuesta a enfrentar a Macri si es necesario.

En el VIP de La Rural donde Mauricio Macri presentó su libro, la satisfacción entre los incondicionales era indisimulable. Después de reunir a 1500 invitados que lo aplaudían en su versión más pura, el ex presidente se confirmó una vez más como líder del PRO y le marcó la cancha con cal tanto a sus rivales como a sus herederos, según publicó La Política OnLine.

En el reino de las pulseritas que distingue al PRO, íntimos amigos como Nicolás Caputo y Silvia Majdalani se mezclaban con hombres de Socma que regresan a la disputa del poder, como Andrés Ibarra y el abogado Javier Medin, en Boca.

La ausencia de la plana mayor de la UCR, de Elisa Carrió y de Marcos Peña -que sí había estado en la presentación de «Primer Tiempo»- contrastó con el besamanos de los hijos políticos de Macri que no tienen otro destino que ir al pie de su jefe. Parado por encima de la contradicción interna y fortalecido por la irrupción de la derecha rabiosa de Javier Milei, Macri avanza hacia 2023 con el objetivo de arrasar al populismo sin morir arruinado en el intento. Ningún progre, dice, lo puede correr.

La campaña ya lanzada tiene una dinámica desigual. Ni Horacio Rodríguez Larreta ni Patricia Bullrich pueden prescindir de Macri, pero tienen con él modos antagónicos de relacionarse. Larreta sostiene bajo la estructura del gobierno de la Ciudad a dirigentes y funcionarios que militan al lado de Macri para la candidatura del primo Jorge. Bullrich, en cambio, es la principal beneficiada del financiamiento millonario de los amigos del ex presidente. «Ayuden a Patricia», les repite y le cumplen.

Se advierte en los movimientos de una candidata que, puertas adentro, dejó de presentarse como la cenicienta del PRO y ya no pena por la competencia imposible en materia de fondos con el jefe de gobierno.

Como Larreta, Bullrich dice que está dispuesta a enfrentar a Macri si es necesario. Pero le debe al ex presidente gratitud tanto por el aporte económico de sus amigos como por la resurrección política que consiguió de su mano. Después de su temprana militancia en el peronismo y de dar la vuelta al mundo de los partidos, Bullrich recuperó su identidad de la mano de Macri.

Ahora, como parte de su ofensiva para llegar a la presidencia, Bullrich niega de plano los deseos ajenos de los que la ubican como candidata en la provincia de Buenos Aires -«no tengo domicilio», repite- y va por todo. Viene de echar a su jefe histórico de prensa y ya no envidia las mediciones permanentes que recibe Larreta.

La ex ministra de De la Rúa y Macri no solo revisa con detalle los sondeos que encarga a Jorge Giacobbe, Sergio Berenzetin, Raul Timerman y Shila Vilker. Además, está atenta a lo que surge de los focus group y utiliza ese insumo para aggiornar su discurso a los tiempos que corren. Por primera vez en su larga carrera, comenzó a hablar contra los privilegios de los políticos.

La presidenta del PRO repite ante sus íntimos que no quiere quedar atrapada en la guerra de aparatos y busca el contacto con el rugido de la sociedad antikirchnerista. A sus 66 años, desconfía de todos, dice que no tiene nada que perder y se ve, también, ante lo que considera su gran oportunidad histórica.

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