YPF destinará 1.403 millones de dólares en obras de infraestructura para evacuar la producción de los no convencionales. El plan a cinco años contempla gasoductos, oleoductos y plantas de tratamiento.
El plan quinquenal que la petrolera de bandera nacional YPF presentó a fines del año pasado centra los esfuerzos de la compañía en generar un crecimiento agresivo de la mano tanto de los recursos no convencionales como de los convencionales. En ese esquema, el desarrollo de obras de infraestructura para Vaca Muerta prevé una inversión para este período de 1.403 millones de dólares.
El desembolso específico para este segmento del upstream y midstream representa una suma superior a la volcada en el corazón de los no convencionales en los anteriores cinco años.
Si bien la diferencia es leve, toma mayor peso si se considera que entre 2012 y 2017 la operadora de bandera llevó adelante grandes y onerosos desarrollos como son la planta de arenas de fractura y la gerencia de No Convencionales en Loma Campana.
A diferencia del lustro pasado, la inversiones que se volcarán desde este año y hasta el 2022 hacen foco en lo que se refiere a transporte y tratamiento de hidrocarburos.
Según reveló días atrás el gerente ejecutivo de la Regional No Convencional de YPF, Gustavo Astie, será 200 millones de dólares los que se destinarán en el corto plazo a la construcción de gasoductos.
Entre este segmento se encuentra el desarrollo de gasoductos internos en yacimientos como Loma Campana y Río Neuquén. En este último la operadora espera obtener a la brevedad muy buenos resultados por el potencial que están encontrando.
Otros de los ductos que se montarán en la primera parte del plan quinquenal corresponden a las áreas que la operadora logró incluir dentro del nuevo Plan Gas que el ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren pautó a través de la Resolución 46, y que permitirán transportar la producción del nuevo gas desde los pilotos de bloques como Las Tacanas y La Calera.
Pero el programa de inversiones en infraestructura también contempla un importante apartado para las obras destinadas a la producción de petróleo y que en conjunto representarán un desembolso de 350 millones de dólares.
Entre estas obras se destaca la construcción de una planta de tratamiento por 150 millones de dólares destinada a captar la producción de los bloques La Amarga Chica y Bandurrías Sur. Pero según precisó Astie en una entrevista mantenida en Houston durante el seminario organizado por el Instituto Argentino del Petróleo y Gas (IAPG), el listado de inversiones en petróleo también incluye otras obras como es la ampliación de la actual planta de tratamiento de Loma Campana en donde se invertirán 25 millones de dólares.
En este caso la inversión es relativamente baja para el volumen que la mejora permitirá adicionar, dado que la planta fue construida a través de un sistema modular, que precisamente permite extenderla con una inversión menor. Según se detalló con la nueva capacidad la planta podrá también procesar la producción de otros bloques linderos.
Nuevos oleoductos
Así como sucede con los gasoductos, el plan de inversiones en infraestructura para Vaca Muerta contempla también la construcción de tres nuevos oleoductos que en conjunto demandarán unos 180 millones de dólares.
Uno de los sistemas unirá Lago Pellegrini y Medanito con una inversión superior a los 65 millones de dólares. Otro de los oleoductos vinculará el bloque Señal Cerro Bayo con Puesto Hernández, por un lado, y con Medanito por el otro, demandando entre ambas líneas una inversión de más de 110 millones de dólares.
Astie detalló que parte de estos oleoductos tendrá la función de conducir la producción de Vaca Muerta hacia Mendoza o bien generar un loop sobre los actuales sistemas.
Es que estas obras se suman a otras de mayor envergadura que, si bien tienen participación de la petrolera de bandera nacional, escapan al plan de inversiones en sí para Vaca Muerta. Se trata por ejemplo en el caso del gas, de la ampliación del Gasoducto del Pacífico de la internacional Gas Fenosa, que a través de una nueva planta compresora se espera que hacia fines de año permita incrementar su capacidad de 7 a 12,5 millones de metros cúbicos día.
En tanto que en lo que a oleoductos se trata ya finalizaron los trabajos previos y es inminente el inicio de la construcción del oleoducto que unirá Loma Campana con Lago Pellegrini, una obra que demandará una inversión de 80 millones de dólares y que será desarrollada en forma conjunta con Tecpetrol.
Según detalló el vicepresidente de Upstream de YPF Pablo Bizzotto en las ruedas de contacto mantenidas en Houston, la operadora espera tener un crecimiento del 25% en estos cinco años por venir, pero advirtió que es muy posible que en este primer año no se alcance al 5% que marca el promedio.
En el plan quinquenal se destaca la construcción de una nueva planta de tratamiento de crudo para los bloques La Amarga Chica y Bandurrias Sur.
“Nuestro mensaje es que cada metro cúbico de producción vale lo mismo, que toda producción es importante”, aseguró hace pocos días el vicepresidente de Upstream de YPF, Pablo Bizzotto, para poner en contexto el programa de recuperación secundaria y terciaria que la compañía lanzó como parte de su plan quinquenal.
Bizzotto destacó que el plan de crecimiento agresivo que YPF planteó para los próximos cinco años se centra por un lado en el crecimiento de la producción no convencional, pero tiene como segundo eje precisamente la producción convencional.
“El principal objetivo es lograr que cese el decline de la producción convencional o al menos se reduzca lo más posible a través de la recuperación y la optimización de las técnicas en los campos maduros”, planteó Bizzotto en los contactos que tuvo con la prensa estadounidense.
En el caso de la recuperación secundaria, planteó que “hay una gran oportunidad” dado que mientras se estima un factor de recuperación del 17 ó 18%, con la técnicas de recuperación mejoradas pueden alcanzar un 40% o más.
En tanto que en lo que hace a recuperación terciaria la firma de bandera nacional cuenta con la marginal experiencia del piloto que se está desarrollando en Grimbeek, Chubut, donde desde la operadora se sostiene que la respuesta que están obteniendo se encuentra entre los mejores niveles mundiales.
Bizzotto reveló que para ello YPF diseñó un plan agresivo de desarrollo de pilotos en bloque, como se realiza con los no convencionales. “Vamos a incorporar 10 plantas de recuperación terciaria por año, con el objetivo de llegar a 100”, sostuvo y señaló que el mayor potencial está en la cuenca del Golfo San Jorge.