Así lo determina el cálculo de recursos previsto por Nación para el año próximo. Del tijeretazo no se salva área alguna.
¡Pilotos, a sus puestos! Se avecina un gran frente de tormenta que tendrá su pico más duro en el comienzo de 2019. Los mandatarios provinciales de la Patagonia deberán sortear fuertes recortes de partidas, señala el sitio web La Tecla Patagonia.
Con una inflación de piso estimada en 45%, las administraciones provinciales recibirán un promedio de entre el 20 y el 30% más de recursos que en 2018, a excepción de Santa Cruz, que recibirá un 19% menos.
Se reducirán los diferenciales por zona para las jubilaciones y asignaciones familiares patagónicas; se quitarán los subsidios al combustible, el transporte urbano y la tarifa del gas; se aumentará el pago por el impuesto a las Ganancias; a partir del 1 de enero deberán abonarse retenciones a las exportaciones, y se elimina el Fondo Federal Solidario (Sojero), entre otras medidas.
Un paquete de resoluciones que impacta de lleno en todas las provincias del país, pero que toca fundamentalmente el corazón de las patagónicas, por sus características específicas. Los “diferenciales” que se abonan por “zona desfavorable” fueron pensados como una compensación para los patagónicos. Una forma de igualar las oportunidades. ¿Cómo podría competir una empresa del sur con una bonaerense si, por ejemplo, el traslado del producto le cuesta el doble, o si para producir gasta dos o tres veces más de gas?
Esta diferenciación se reducirá en algunas áreas y se eliminará en otras. En el caso de la tarifa de gas, tras varios intentos durante este año, finalmente, en 2019 Nación eliminaría parcialmente los subsidios. De igual forma ocurriría con el gasoil, lo cual impactaría de lleno en el precio de los transportes. Más aún si se quitan las compensaciones al boleto urbano, como está previsto. Por ejemplo: en la localidad rionegrina de Bariloche, hacer unas pocas cuadras en micro podría costar cerca de $50.
También habrá impactos en las jubilaciones y asignaciones. El artículo 125 del proyecto de Presupuesto modifica una ley de 1972 que había determinado el coeficiente de bonificación de las jubilaciones para la región patagónica en 1,40. El nuevo coeficiente se reduce a 1,20, por lo que el adicional pasará a ser la mitad para “jubilaciones, pensiones, pensión universal para el adulto mayor (PUAM), pensiones no contributivas, graciables y veteranos de Malvinas”.
De la misma manera habrá también un ajuste para los nuevos beneficiarios de asignaciones familiares. Desde ahora, aquellos que cobren ese tipo de sumas tendrán adicionales de 30%, diez puntos porcentuales menos que en la actualidad.
Los recortes alcanzan a las obras públicas financiadas por Nación -que prácticamente estuvieron paralizadas en 2018-; en política sanitaria, educacional y social.
“Atravesamos una tormenta de frente”, reconoció el propio Mauricio Macri en un mensaje luego de la disparada del dólar. Parece que el temporal será largo, agónico y tendrá un alto costo para las provincias patagónicas.