Las compañías cerveceras alemanas piden ayuda estatal por el nulo consumo de cerveza de barril, debido a la cuarentena estricta.
Desde la segunda instauración de la cuarentena en el país europeo, los bares y restaurantes dejaron de recibir a cientos de clientes que bebían la clásica cerveza alemana, y debieron descartar cientos de barriles de la bebida.
Gran parte de la producción de las principales fábricas cerveceras se basaba en la cerveza de barril para bares y restaurantes, que por el cierre obligado, dejaron de vender la bebida tirada y millones de litros de birra fueron descartados.
Las empresas pidieron al gobierno alemán que se les concedan ayudas en el marco de los programas nacionales destinados a facilitar la recuperación de la industria tras el impacto del coronavirus. Berlín ha asignado ayudas financieras a los bares y pubs, pero no a los productores de cerveza.
«Cada semana son más las cervecerías, los bares propiedad de empresas cerveceras y los mayoristas que se enfrentan al cierre por causas ajenas a su voluntad y se ven en riesgo de quiebra», dice una carta abierta firmada por unas 300 cerveceras y publicada por las asociaciones de cerveceros DBB y VPBD, informa la agencia Reuters.
Algunas de las empresas firmantes son Carlsberg Deutschland, una unidad de la cervecera danesa Carlsberg, Bitburger Braugruppe, Krombacher y Paulaner Brauerei.
«El confinamiento y el subsiguiente hundimiento del mercado de la cerveza de barril supuso que las cervecerías perdieran de la noche a la mañana gran parte de sus cimientos económicos», afirma la misiva.
«Se han tenido que desechar existencias por valor de muchos millones de euros porque han superado su fecha de caducidad».
Las ventas de cerveza embotellada en los comercios no fueron «ni de lejos suficientes» para compensar la pérdida de ventas en el sector de la hostelería y las escasas exportaciones, dijeron las cerveceras.