En la zona norte de la ciudad se vienen produciendo intentos de usurpación de tierras fiscales y en algunos casos privadas.
Primero ocurrió en la zona del barrio Comipa, donde más de 50 familias tomaron tierras a un costado de la avenida Nahuel Huapi y también de la Itallo del Oro. Ya instalados en el lugar hace semanas, generaron la bronca e incertidumbre de vecinos de alrededores ante la falta de intervención para evitar estos procedimientos, lo que derivó en otros intentos de usurpación.
Uno de ellos tuvo lugar en Palazzo, a la vera de la avenida Juan José Paso, a solo 200 metros de la toma del barrio Comipa. Allí en horas tempranas de este sábado 25 de marzo cientos de personas se acercaron a la enorme porción de terreno lindante al cementerio de Km9 para instalarse.
Lo mismo ocurrió este domingo, a poco más de 24 horas de la toma de Palazzo, en alrededores del Gimnasio Municipal N°4 en Kilómetro 8. Se trata de otras 40 familias, que totalizan la frívola cifra de 190 parcelas tomadas.
Entre las tomas hay varias similitudes: una evidente organización de los grupos que inician los parcelamientos; la escasa intervención policial, cuyos agentes se ven desbordados ante la cantidad de personas que usurpan; la rapidez con la que se levantan precarias estructuras en los lugares elegidos; y el ‘efecto contagio’ por el cual más personas se van sumando a las ocupaciones ilegales motivados por el nulo impedimento que encuentran para hacerlo.
La evidente crisis habitacional de Comodoro se pone en manifiesto con algunos casos de familias que llevan años esperando un terreno por la vía legal, y toman la drástica determinación de ocupar uno ilegalmente.
Por otro lado, están quienes ven la oportunidad de hacerse poseedores de un terreno sin importar que ya cuenten con un lugar propio para vivir. Mientras tanto, las familias que siguen rehenes de los tiempos administrativos y continúan aguardando su parcela, observan estas escenas con suma impotencia.
La presencia y reuniones con funcionarios municipales poco sirvieron para desactivar las tomas que, según exigen quienes las llevan a cabo, solo verán un fin cuando se les garantice ser reubicados en otros terrenos.
En tanto, en las redes sociales hay quienes aprovechan la situación para sacar rédito económico ofreciendo materiales y hasta casas armadas listas para ser instaladas en los terrenos apropiados ilegítimamente.
“Si usurpaste un terreno y querés poner rápido la casa, acá está tu oportunidad”, ofrece un usuario en Facebook.