Tiene 8 años, su familia perdió todo en un incendio y pidió ayuda por Tiktok para reconstruir la casa

Juani usó su cuenta que tenía 4 seguidores, para contar que “nos quedamos sin nada”. “Quiero dejar una enseñanza: no tienen que jugar con fuego porque a mí hace unos días se me quemó la casa,…

miércoles 15/09/2021 - 0:02
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Juani usó su cuenta que tenía 4 seguidores, para contar que “nos quedamos sin nada”.

“Quiero dejar una enseñanza: no tienen que jugar con fuego porque a mí hace unos días se me quemó la casa, todo. No tengo habitación, no tengo tele y no tengo juguetes. No tengo nada. Se me quemó todo. No tengo cama. Me quedé sin nada”.

El pedido que este lunes hizo Juani, de solo 8 años, conmovió a las redes luego de que inocentemente grabara para sus cuatro seguidores de Tiktok el video en el que contó lo que había sucedido hace un mes cuando la casa en la que vivía con sus padres y su hermanito Santino fue devorada por las llamas, describe Infobae.

Frente a la cámara del celular que sus padres le dieron para jugar también muestra la donación recibida y el galpón donde ahora la familia se resguarda. También se animó a un pedido, esperanzado en que llegue a tiempo para que el Día de la Madre, Luciana puede tener su regalo: “Si tienen materiales (arena, cemento, ladrillos) tráigamelo, por favor. Para el día de la mamá quiero a mi mamá con toda la casa hecha”, clama angustiado.

“Se me ocurrió hacer el video, así, de repente pensando que por ahí algunas personas podían llegar a tener materiales que use para ayudarnos hacer la casa que se quemó”, le dice Juani Infobae. “No se da cuenta de lo que hizo, de lo que significa y menos de las repercusiones de su video. Lo vi que se estaba grabando, pero siempre lo hace y casi nunca lo sube a las redes, pero esta vez sí lo hizo y nos enteramos porque una amiga de mi mujer nos lo contó… Nos pareció bien compartirlo en nuestras redes sin imaginar que se haría viral”, agrega inmediatamente Juan Manuel Trejo (36), papá del niño.

El triste día

Cerca del mediodía del 9 de agosto, Luciana detuvo un instante su teletrabajo para una empresa de alarmas donde coordina las visitas técnicas y comenzó a cocinar, mientras Santino (3) jugaba en el piso del living. Preparaba el almuerzo y esperaba que Juan Manuel regresara de llevar a Juani a la escuela, pero en dos minutos todo cambió: el pequeño se recostó en un sillón de cuerina, que al ser tan liviano se corrió contra la estufa que estaba encendida, se calentó y en segundo se prendió fuego. Las llamas alcanzaron el cielorraso de machimbre.

Cuando se dio vuelta, vio que había una llamarada y el nene parado frente al fuego. Tiró agua, que fue lo primero que pensó en hacer, pero eso reavivó las llamas porque el sillón también tenía gomaespuma. ¡Me llamó llorando diciendo que la casa ardía! Le pedí que dejara todo y saliera con el nene hacia el fondo de la casa, que no intentara apagar nada porque podía ser peor”.

El relato de Juan Manuel es desgarrador. El recuerdo de esa comunicación lo estremece: “Yo estaba en el colectivo, a 5 cuadras de la escuela de Martínez donde dejé a Juani, y el recorrido hasta mi casa en Boulonge era de 40 minutos. Al cortar llamé al 911 para pedir ayuda. Estaba desesperado, no sabía qué hacer y bajé; solo atiné a parar un patrullero que pasaba, les conté que mi casa se incendiaba y que no sabía si mi mujer e hijo habían logrado salir… Temí por sus vidas”.

A 10 cuadras de la casa que fue de sus abuelos, ver una nube de humo negro lo asustó aún más. Al llegar se encontró con el camión de bomberos y unos hombres entrando y saliendo. “Luciana estaba más tranquila. Se salvaron porque pudo irse hasta el fondo del terreno y los bomberos la sacaron con el nene por la casa lateral de un vecino”, dice Trejo.

“Cuando llegué los bomberos estaban en plena tarea de control del fuego, a mi me restaba ver qué se podía salvar de adentro. Materialmente perdimos absolutamente todo, solo quedaron unos libros que yo tenía guardados en un mueble, de la época de cuando estudiaba filosofía e historia, y los certificados de vacunación contra la COVID-19, y las libretas de vacunación de los nenes. De lo demás no pudimos rescatar nada”.

Con el paso de los días, cuenta, que “Luciana comenzó a recordar las cosas angustiantes que vivió. Quedó shockeada y con estrés postraumático. A veces comienza hablar de otro tema, recuerda de algo y se larga a llorar con mucha angustia. Hace unos días, por ejemplo, me contó que se le vino a la cabeza el ruido de los vidrios de las ventanas estallando por el fuego, el ruido del fuego en la madera ardiendo, cómo todas las cosas adentro de la casa se rompían y estallaban mientras el fuego devoraba todo… Yo no viví eso y escucharla me angustia mucho. Solo la consuelo al recordarle que ella pudo salir con el nene y que, pese a todo, los cuatro estamos bien. Perdimos todos, sí, pero ellos están… No quiero imaginar qué hubiera pasado si intentaba apagar el fuego”.

El dolor de Juan Manuel, que habla con Infobae desde el jardín mientras mira lo que quedó de aquella casa, traspasa el teléfono, pero no deja de agradecer las donaciones de los vecinos que apenas supieron lo sucedido no deja de ayudarlos. Solo se anima a pedir ayuda para volver a trabajar.

“Hasta 15 días antes del incendio yo trabajaba en un mercado, pero como entré por una agencia con contrato temporario estuve solo tres meses. Allí hacen contratos con esa modalidad de tres o seis meses y no lo renuevan, así se manejan y con la pandemia los mercados no contrataron más personal”, lamenta el hombre que si bien tiene experiencia en el rubro del comercio asegura que se anima con cualquier actividad y deja un mail de contacto, en caso de que alguien le pueda ofrecer otro empleo: [email protected].

Respecto a la situación habitacional, el padre de la familia agrega que la casa está en peligro de derrumbe y que está hecho el pedida la emergencia habitacional en la Municipalidad de San Isidro. Con lo que les fue llegando, armaron un espacio en un galponcito de 7.5 m2 que estaba en el fondo del terreno. Pudieron habilitar la luz allí y en las condiciones que quedó, usan el baño de la vivienda quemada.

El frente de la casa de Boulogne donde vivían Juani y su familia. Quienes deseen ayudar con materias pueden escribir al mail [email protected]

Ahora desean poder reconstruir la casa desde cero una vez que demuelan la incendiada. “Ya tenemos un proyecto para construir que nos hizo la Fundación Vivienda Digna y que fue diseñada por una arquitecta ad honorem, que se ocupan de este tipo de situaciones”, cuenta Trejo.

“Él con su visión de niño hizo ese video sin darse cuenta lo que significa lo que hizo, pero que salió desde su total inocencia y ganas de ayudarnos y, sobre todo, de ver bien a la mamá porque la vio llorar porque la casa se quemó”, finaliza.

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