James Greenwood, un exmarine real de 42 años residente en Gales, fue diagnosticado con cáncer cerebral terminal tras sufrir dolores de cabeza y mareos que inicialmente fueron atribuidos a la deshidratación o una migraña. Los médicos le dieron un pronóstico devastador: entre 12 y 18 meses de vida.
En mayo, Greenwood comenzó a experimentar mareos y dolores de cabeza constantes, que describió como “leves” pero persistentes. Preocupado por sus síntomas, decidió acudir a su médico de cabecera el 5 de junio. Tras una evaluación inicial, le informaron que podría deberse a la deshidratación o que necesitaba una revisión de su vista, ya que usa anteojos y trabaja frente a pantallas de computadora. Le realizaron un análisis de sangre y un electrocardiograma (ECG), pero ambos resultados fueron normales.
No obstante, pocos días después, Greenwood vivió un episodio inusual mientras caminaba por Mánchester, describiendo la experiencia como “extracorporal”. A pesar de recibir un nuevo diagnóstico de migraña, insistió en la necesidad de un escáner, presintiendo que algo no estaba bien.
Finalmente, el 12 de junio, tras un dolor de cabeza severo que lo llevó a la sala de emergencias, se le realizó una tomografía que reveló una masa del tamaño de una nuez en el lóbulo temporal derecho de su cerebro. El 28 de junio, se sometió a una cirugía para extirpar el tumor, y en agosto recibió la devastadora noticia: un glioblastoma de grado 4, la forma más agresiva de cáncer cerebral.
Cronología de los hechos
- Mayo: Greenwood comenzó a experimentar mareos y dolores de cabeza constantes.
- 5 de junio: primera cita con el médico de cabecera, quien sugirió deshidratación o problemas de visión.
- 10 de junio: Greenwood vivió un episodio inusual en Mánchester.
- 12 de junio: tras un dolor de cabeza severo, se le realizó una tomografía que reveló una masa en su cerebro.
- 28 de junio: Greenwood se sometió a una cirugía para extirpar el tumor.
- Agosto: los médicos confirmaron que el tumor era un glioblastoma de grado 4, con un pronóstico de 12 a 18 meses de vida.
A pesar del difícil pronóstico, Greenwood se ha sometido a quimioterapia y radioterapia, y espera ver si los tratamientos han mejorado su situación. Enfrentando esta batalla, ha recaudado más de US$27.000 para la investigación de tumores cerebrales, participando en eventos benéficos con amigos.
“Es difícil procesar todo, pero trato de sacar lo mejor de la situación. Este diagnóstico ha cambiado mi perspectiva sobre la vida y ha fortalecido mis relaciones con seres queridos”, reflexionó Greenwood.