Una menor le entregó una carta con símbolos a la Policía de la Ciudad que fue clave para que identificaran y atraparan a su abusador, un vecino de 21 años.
Todo comenzó en junio de este año, cuando una adolescente de 15 años se presentó en la Comisaría Vecinal 4D para denunciar que había sido víctima de un abuso sexual.
En aquel momento, la damnificada acusó a un compañero de escuela pero aseguró que no recordaba el nombre. La Fiscalía de Primera Instancia en lo Criminal y Correccional de Menores N° 5, a cargo del doctor De Tezanos, solicitó la intervención de la División Delitos Contra Grupos Vulnerables y Trata de Personas.
Cuando entrevistaron a la mamá de la chica, la mujer explicó que su hija no quería hablar del tema, sin embargo fue la propia víctima la que se acercó a los efectivos y les entregó una carta pidiéndoles que no le contaran a su madre porque «solamente confiaba en la Policía».
Al revisar el documento, los investigadores descubrieron que estaba escrito con símbolos que no pertenecían a ningún alfabeto y en el dorso encontraron la referencia de cada dibujo con la letra correspondiente. Además, había un texto en el que volvía a pedir que no le contaran a su progenitora y el nombre del responsable del ataque. Ahí se corroboró que en la primera declaración la joven faltó a la verdad al verse amenazada por el abusador.
Así descubrieron que la menor se encontró con su agresor en la vía pública y que éste la llevó a su domicilio donde la encerró para atacarla sexualmente. Una investigación en redes sociales permitió descubrir que el agresor utilizaba un nombre falso, tanto en su perfil de Instagram como en el barrio.
Después de constatar fehacientemente la dirección del abusador, se le dio aviso al juez quien ordenó su inmediata detención.