El economista francés que admira Cristina Fernández, mantuvo una entrevista con Infobae. El best seller galo también cuestionó a Evo Morales y defendió la idea de aplicar un impuesto del 90% sobre las grandes fortunas.
Thomas Piketty nació el 7 de mayo de 1971, en el suburbio parisino de Clichy. A los 22 años recibió su doctorado en la London School of Economics; enseñó en el Departamento de Economía del MIT y en la Escuela de Estudios Superiores de Ciencias Sociales. Recibió numerosos premios, fue el primer director de la Escuela de Economía de París y es columnista de Libération y Le Monde.
Este fin de semana, llega a las librerías argentinas su nueva obra, “Capital e Ideología”, publicado por el Grupo Planeta.
En una entrevista telefónica desde Francia con Infobae, Piketty defendió su idea de aplicar un impuesto del 90% a los sectores más ricos de la sociedad al explicar que en el pasado ayudó a países como Estados Unidos y Alemania a resolver sus problemas fiscales y de infraestructura.
Por otra parte, afirmó que si el gobierno de Mauricio Macri fracasó es porque “se olvidó” de la importancia de la justicia social y dijo que otros líderes latinoamericanos, entre los que mencionó a Evo Morales, creyeron que “tienen el derecho a quedarse mucho tiempo en el poder” por haber logrado avances sociales.
– ¿Cuáles son los antecedentes para implementar su idea de aplicar un impuesto del 90% para las personas más ricas para darle 125.000 euros a todos los que cumplen 25 años?
– Hay ejemplos claros de esta práctica en el pasado, como Estados Unidos, que la aplicó entre 1930 con Franklin Roosevelt y luego se terminó con Ronald Reagan en los 80. Lo mismo ocurrió con Alemania y Japón después de la Segunda Guerra Mundial. En todos los casos, esta tasa funcionó muy bien para reducir la deuda pública y aumentar la inversión en infraestructura. Al escribir mi idea miré esas experiencias positivas. Y creo que se pueden volver a aplicar.
– ¿Y por qué entonces dejaron de aplicarse?
-Por una cuestión ideológica: Reagan por ejemplo creía que iba a promover más inversiones con menos impuestos, pero en realidad desde 1980 aumentó en forma dramática el déficit fiscal y la deuda pública de los Estados Unidos. Así que hay que volver a pensar en esta iniciativa.
– Francia fue en el sentido contrario con el presidente Emmanuel Macron…
-Lo que hizo Macron fue un gran error porque afectó a la clase media.
–El presidente Donald Trump también aplicó una reforma tributaria que bajó impuestos a las empresas…
-Sí. Y fue un gran error: buscaba mayor competitividad, pero la estrategia para lograr este objetivo es mejorar la situación de la educación. Y la reforma aumentó la desigualdad entre ricos y el resto de la sociedad.
–¿Recomendaría esta idea para los países en desarrollo?
– Sí, claro, tanto para los países de América latina como para los de África.
– ¿No le parece más atractiva una tasa al movimiento de capitales, como se propuso en el pasado?
– No creo, prefiero este impuesto para los más ricos. Es más fácil de apuntar al objetivo que se quiere lograr.
– En la Argentina el impuesto a los bienes personales recauda muy poca plata. ¿Cómo se logra mejorar este resultado?
– Se puede con la utilización de mayor tecnología.
– ¿Ayuda el intercambio de información tributaria que comenzaron a aplicar 50 países bajo el marco de la OCDE?
– Sí, ayuda, pero no es suficiente. El objetivo debe ser que las declaraciones juradas se hagan en forma automática y que el contribuyente solamente tenga que darle el visto bueno.
– ¿Cree que el liderazgo del premier Boris Johnson y de Trump representan el fin de la globalización tal como se la conoció en el siglo XX?
– Sí, son la cara oscura del sistema; el nacionalismo o el proteccionismo no son malos en sí mismos, pero deben aplicarse en términos de un mayor federalismo. Y siempre con la igualdad social como objetivo.
– ¿Hay algún líder occidental que represente esos valores?
– Los líderes demócratas Elizabeth Warren y Bernie Sanders son líderes interesantes porque van en esa dirección.
– ¿Y en Europa?
-Los laboristas ingleses bajo el liderazgo de Jeremy Corbyn tienen una plataforma mucho más interesante que con Tony Blair.
– ¿Cuál puede ser finalmente el resultado del proceso del Brexit?
– No lo sé; es muy difícil hacer un pronóstico.
– Ha habido una larga discusión en torno de cuáles son las mejores herramientas para lograr una mayor productividad en la economía. ¿Cuál es su opinión al respecto?
– La estructura tributaria es importante y la igualdad en el sistema educativo, con una fuerte inversión en infraestructura escolar. También, es clave otorgarles mayores derechos a los trabajadores; eso funcionó muy bien en países como Alemania.
– Muchos empresarios opinan lo contrario…
-Alemania es un ejemplo de que funcionó. Al final, lo importante es que los trabajadores sepan toda la información y participen del management de sus empresas.
– ¿Por qué cree que fracasó en términos económicos el gobierno de Mauricio Macri?
– No soy argentino y me faltan elementos para decirlo, pero tanto Macri como Macron subestimaron la importancia de la justicia social. Si un líder cree en la globalización, también debe creer en la justicia social.
– Usted estuvo en la Argentina cuando Cristina Kirchner era presidenta; ahora regresa al poder como vicepresidenta. ¿Qué errores debería evitar el nuevo gobierno?
– No conozco lo suficiente el tema y no quiero dar lecciones al respecto.
– ¿Por qué sostiene que la desigualdad tiene una raíz política y no económica?
– Es claro que responde a cuestiones políticas e ideológicas si uno observa lo que pasó en el siglo 20.
– ¿Cómo explica la crisis actual en América latina?
– Cuando se busca mayor igualdad, se suele buscar más democracia. Y algunos líderes que han logrado un avance en la justicia social creen que tienen el derecho a quedarse mucho tiempo en el poder.
– ¿Es el caso de Evo Morales?
– Sí, de Evo, y claramente de Venezuela y de Cuba. El socialismo necesita un nuevo enfoque para consolidar la democracia.