Tres estudios científicos confirman que la variante sudafricana evade fuertemente los anticuerpos neutralizantes, pero que una dosis de refuerzo aumenta la magnitud y amplitud de la respuesta del sistema inmunológico.
La variante Ómicron golpeó a un mundo cansado de la pandemia que todavía gime bajo el peso de la ola Delta.
El sorprendentemente alto número de mutaciones de la Ómicron en la proteína espiga, la clave del virus para la entrada en las células y el principal objetivo de los anticuerpos que bloquean la infección (es decir, neutralizan), preocupaba a los científicos de que la inmunidad de la vacuna se debilitara significativamente.
Tres estudios publicados en Cell confirman que la Ómicron evade fuertemente los anticuerpos séricos neutralizantes, pero que una dosis de refuerzo rescata la capacidad neutralizante al aumentar la magnitud y amplitud de la respuesta de anticuerpos.
Es decir, los estudios coinciden en una perspectiva esperanzadora: una dosis de vacuna de refuerzo amplía el alcance de la función de anticuerpos neutralizantes para cubrir la Ómicron.
En efecto -aseveraron los investigadores- una tercera dosis de ARNm disminuyó en un 50% el riesgo de infección por Ómicron en comparación con dos dosis, y en un 66% el riesgo de infección sintomática.
La dosis de refuerzo también aumenta la protección contra la hospitalización por esta variante sudafricana: hasta un 90% (comparado con un 57% con dos dosis), según los datos de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), y permanece por encima del 85%- 90%, según datos del Reino Unido.
Resultados preliminares dan una idea de la duración del efecto de la dosis de refuerzo: los anticuerpos neutralizantes contra Ómicron disminuyen gradualmente en los cuatro meses después de la tercera dosis, pero permanecen bastante elevados.
Además, un pequeño estudio llevado a cabo en Israel revela que una cuarta dosis no aumenta significativamente la protección contra las infecciones por Ómicron, a pesar que otorgan un incremento de los niveles de anticuerpos.
Qué vacunas se están aplicando como tercera dosis
En los lineamientos técnicos elaborados por el Ministerio de Salud de la Nación para la administración del booster(refuerzo) se detalla: “Según la información de estudios de inmunogenicidad de esquemas heterólogos, y la disponibilidad de dosis en el país, se podrán utilizar como refuerzo o tercera dosis las vacunas con plataforma vector viral (AstraZeneca, Cansino y Sputnik V) y plataforma ARNm (Pfizer y Moderna).
Dada la disponibilidad de vacunas se recomienda preferentemente aplicar AstraZeneca”. En cambio, la vacuna china Sinopharm no se utiliza como refuerzo.
Dosis de refuerzo: recomendaciones
- Se recomienda para la aplicación de la dosis de refuerzo a toda la población de 18 años o más un intervalo mínimo de al menos 4 meses (120 días) una vez completado el esquema inicial de vacunación contra COVD-19 (es decir desde la última dosis aplicada del esquema primario, incluyendo la dosis adicional en la población en la que fuera definida su aplicación).
- La dosis de refuerzo para personas de 18 años y más sin inmunocompromiso de la vacuna Moderna será de 50 microgramos (equivalente a 0,25 ml de la presentación disponible en nuestro país).
- La dosis de refuerzo en personas con diagnóstico COVID-19 al momento de cumplir al menos 120 días de la aplicación del esquema inicial, se recomienda diferirla por al menos 90 días del momento del alta.
Cuánta inmunidad proporciona el Covid y la vacuna
Los niveles de los anticuerpos pueden variar de una persona a otra. Es la razón por la que es tan difícil dar una única respuesta a si la persona que pasó la enfermedad es inmune o no al virus.
Por un lado, quienes contraen el coronavirus de forma grave quedan con altos niveles de anticuerpos, mientras que las personas que sufren la enfermedad leve o asintomática presentan bajos grados de inmunidad.
Muchos estudios tratan de determinar cuáles son los niveles necesarios para conseguir la protección y la duración de esos anticuerpos, ya que se probó que con el paso del tiempo disminuyen en una persona que estuvo contagiada.
Con la vacuna, “se garantiza una respuesta inmunitaria estandarizada en toda la población. Es una forma de controlar la respuesta y no dejarla al azar”, aseguró Maitreyi Shivkumar, profesora de Biología Molecular en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Montfort, en Reino Unido.
“Cuando te suministran una vacuna, recibes una dosis predeterminada que sabemos provoca una respuesta inmune fuerte y apropiada, capaz de prevenir la infección en un gran porcentaje de los casos”, explicó Jennifer Gommerman, inmunóloga de la Universidad de Toronto, en Canadá.
Fuente: TN