El tratamiento para combatir la afección crece en el país. De los dos hombres que recibieron el alta al caso del bebé de cinco días.
Dos hombres de 40 y 43 años, una nena de 12 y un bebé de cinco días son algunos de las ejemplos de personas infectadas con coronavirus que en las últimas semanas recibieron el tratamiento de plasma de convaleciente, expone TN. La práctica que consiste en traspasar los anticuerpos de una persona que se recuperó de COVID-19 a otra que cursa la enfermedad.
La metodología comienza a ganar terreno en el país y según informó este martes el ministro de Salud bonaerense ya son 29 las personas a las que se les aplicó el tratamiento en la provincia de Buenos Aires. De hecho, la cartera que conduce Daniel Gollán inició una campaña para recibir el plasma de todos los que hayan tenido coronavirus para ayudar a los que les cuesta superar la enfermedad.
Luego de comprobar que 26 de esas personas mejoraron «notablemente», el Ministerio de Salud de la provincia decidió dar a conocer la historia de cuatro personas que tras recibir plasma expusieron una notable mejoría. Incluso dos de estos se encontraban en terapia intensiva con un severo cuadro respiratorio.
De la terapia intensiva al alta médica
José Iturbe, de 43 años, y Carlos Arapa, de 40, son trabajadores de la construcción que viven en Grand Bourg. Pero unas semanas atrás ambos estuvieron internados en terapia intensiva en el Hospital de Trauma Abete de Malvinas Argentinas, tras confirmarse que estaban infectados con coronavirus.
“Entré al hospital con 40 grados de fiebre y dificultad para respirar, me hicieron los estudios y dio positivo”, cuenta Iturbe. Y continuó: «Estaba cada vez peor, entré a terapia intensiva y me pusieron oxígeno pero no mejoraba».
Fue en ese momento en que los médicos le preguntaron si estaba dispuesto a someterse al tratamiento de plasma de convaleciente y José no dudó: «Al otro día me sacaron la cánula y la mascarilla de oxígeno”. El paciente fue dado de alta el 24 de mayo, luego de 16 días de internación.
Arapa empezó con síntomas leves el 2 de mayo, pero nueve días después el cuadro empeoró y presentó dificultades respiratorias. Ese día fue internado en terapia intensiva. «Estaba sin fuerza, casi entregado, hasta que un médico me pidió autorización para hacerme el tratamiento con plasma. Le dije que sí, la recuperación fue rapidísima, al otro día ya estaba con fuerzas”, relata el hombre que el 22 de mayo recibió el alta.