«La mora en las tarjetas aumentó sensiblemente en el último año y llega casi al 4%», afirman desde un banco, en el que afirman que si bien los niveles no son preocupantes, sí es para mantenerse atentos. Ocurre que los problemas de pago, dada la actual situación económica del país, alcanza también a las tarjetas de crédito, por lo que no son pocos los clientes que pagan el mínimo y deben refinanciar los saldos, y lo hace a tasas que van del 75% al 150%.
Las tasas que cobran los bancos para hacer revolving, esto es, para refinanciar los saldos se ubican entre el 75% y 150%, según la entidad y el segmento de clientes.
Según los últimos datos del Banco Central (BCRA), la mora en el sistema financiero llegó a 4% en marzo pasado y representa el doble del ratio de 12 meses atrás. La calificadora de riesgo Moody’s, en tanto, fue más allá y marcó un 4,5% de irregularidad del crédito en su última medición.
Según entidades consultadas por el diario ‘El Cronista Comercial’, la mora en tarjetas de crédito se incrementó en el último tiempo, pero afirman que el deterioro de la situación crediticia no es «estresante».
Desde un banco, afirmaron: «La mora en las tarjetas aumentó sensiblemente en el último año y llega casi al 4%. No son niveles preocupantes, pero sí un alerta para estar atentos».
Otro, agregó: «Hay un incremento de la mora pero vemos que está dado por la situación económica del país. De todos modos, no tuvimos mayores sobresaltos».
Y finalmente, desde la tercera entidad consultada, manifestaron: «En el momento más crítico, a fines de 2018, la mora alcanzó hasta un 50% de la cartera. Actualmente es del 30% y se va regularizando».
Con la refinanciación de saldos, los bancos no ven una disparada. En una entidad, sin embargo, confesaron que en abril esta operatoria se incrementó alrededor del 2% con respecto al mes previo.
Otra posibilidad que tienen los deudores es tomar un préstamo personal para cancelar el saldo de la tarjeta. «Esa porción se mantiene estable en aproximadamente el 5% de los préstamos personales», apuntaron en un banco, y en otro insistieron en que no puede decir que «actualmente ese porcentaje sea mayor».
Sin embargo, en tercera entidad dijeron: «Por las características de nuestra cartera, no es moneda común que se tomen líneas personales para cancelar saldos de tarjetas de crédito. En todo caso, existe el Plan B, donde el saldo financiado, se transforma en un préstamo en la misma tarjeta, con una cuota mensual».