El gobierno nacional anunció esta medida temporal para reducir la curva de contagios en el Área Metropolitana de Buenos Aires, con posibilidad de extenderse en otros distritos del territorio nacional.
Esta noche, el presidente Alberto Fernández anunció una serie de nuevas medidas restrictivas con el objetivo de aminorar la curva de contagios de coronavirus en todo el país. Una de ellas es la suspensión de clases presenciales en los tres niveles educativos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), consigna Infobae.
El Presidente comunicó que a partir del lunes 19, las clases quedarán suspendidas de manera temporal y los docentes deberán retornar al método de enseñanza virtual. La medida quedará vigente hasta el viernes 30 de abril.
“Las clases van, a partir del lunes, a adquirir su modalidad virtual. Durante dos semanas serán dadas en forma virtual. Los docentes, el personal no-docente y los alumnos no deberán asistir a clases. Y recibirán la educación a distancia”, expresó el mandatario esta noche.
Esta decisión se dio en un marco de contradicción en el Gobierno Nacional, dado que el propio ministro de Educación, Nicolás Trotta, había declarado: “No podemos comenzar las restricciones cerrando las escuelas. Si tiene que haber una disminución de la presencialidad para restringir la circulación de personas, no debería implicar la suspensión absoluta de las clases en las aulas como primera medida”.
“Se pueden administrar distintas medidas en torno a la asistencia en aquellas zonas que presenten mayor complejidad, considerando la menor unidad geográfica posible ya que la escuela ha dado muestras de ser un espacio seguro”, había planteado Trotta.
Durante el mensaje que el Presidente brindó desde la Quinta de Olivos, le envió un mensaje a los mandatarios provinciales que, según entiende, deberían haber tomado medidas restrictivas más allá del DNU de la semana pasada y no lo hicieron. “El resto de las jurisdicciones puede adherir a las medidas que estoy tomando hoy”, indicó Fernández.
Allí manifestó: “El contagio no está en las fábricas, no está centralmente en los negocios que con distancia social pueden atender a los clientes. El problema central está en las reuniones sociales donde la gente se distiende y en ese momento de distracción, de esparcimiento, es mucho más fácil contraer el virus”.