Luego de que blanqueara la difícil convivencia entre ambas, la diva la visitó en Miami y juntas contaron su versión del conflicto que atraviesan.
El jueves por la noche Susana Giménez había sorprendido a Marley durante su paseo por Miami con una inesperada catársis sobre la difícil convivencia junto a su nieta, Lucía Celasco, desde que la joven de 26 años se mudó a su casa por compromisos laborales. Al día siguiente la diva volvió a recorrer lugares icónicos de la ciudad norteamericana en una nueva edición de Por el mundo (Telefe) y visitó el local de ropa donde está trabajando la hija de Mercedes Sarrabayrouse. Con el conductor como mediador, mantuvieron un sincero ida y vuelta donde no se guardaron ningún reclamo.
Todo empezó cuando la conductora reveló algunos entretelones de la búsqueda de departamentos en alquiler para su nieta: “Acá no conseguís algo alquilado fácil, con Lucía por ejemplo yo le digo que no se alquile algo de 4000 dólares por mes porque lo tiene que pagar ella; yo quiero que se vaya de casa, y no se va”. También había expuesto los motivos por los que no veía la hora de que Lucía consiguiera un lugar para vivir: “En mi casa hay un sillón cama, que lo abre y nunca más lo cierra hasta el día en que se va; no cuelga la ropa, es tremendo, su placard son las valijas y encima me quemaron la pava francesa con un amiga”.
“La dejaron puesta, con en el gas de acá que calienta en un minuto, y se fueron un poco más hasta Buenos Aires”, había dicho con total honestidad. Aunque la confesión de la diva podría haber quedado en ese diálogo cómplice con Alejandro Wiebe, el tema volvió a ser el centro de atención al día siguiente, cuando la dupla fue a conocer la boutique de ropa que abrió la joven en el barrio de Wynwood, y allí cada una expuso su versión. Ni bien ingresaron al local Susana lanzó una picante frase: “Lucía, ¿estás trabajando? No puedo creer, me da una cosa en el corazón. ¡Trabaja! Es la única a parte de mí que trabaja de la familia”.
“Ella es como Victoria Beckham, siempre está seria, ¿viste? Nunca sonríe, aunque es hermosa siempre está seria”, agregó la diva luego de aclarar que a su nieta la ponen nerviosa las cámaras de televisión. Marley la interrumpió y le preguntó a la joven lo que el público quería saber: “¿Te mudaste para Miami al final?”. Después de dudar su respuesta durante algunos segundos, confesó sin filtro su situación: “Estoy durmiendo en un colchón acá atrás porque me echaron”.
“¿La echaste?”, le recrimó atónito el conductor a Susana. “No, yo jamás la eché, nosotras hicimos un trato porque yo le compré un departamento en Buenos Aires que todavía no terminó de decorar, y hace un año que se lo compré ya ”, contraatacó la conductora. Y agregó: “Es un departamento normal, no es algo que vos digas que es gigante, pero ella necesitaba capital para remodelar y le dije: ‘Yo te doy todo esto, pero en casa no vivís’, y ella aceptó el trato”. Sin embargo, cuando su nieta arribó a Miami fue directo a la casa de su abuela y así fue como empezaron los cruces sobre la convivencia.
“Yo acababa de cambiar las alfombras blancas en mi casa, que eran blancas antes de que ella fuera con sus amigas”, arremetió Susana. Luego volvió a mencionar la famosa pava francesa que quedó inutilizable por un descuido de su nieta, y Lucía se defendió: “Era la pava más fea que vi en mi vida”. La joven cedió en algunas cuestiones y reconoció que además hizo una reunión con más de veinte personas en el jardín de la propiedad, algo que también incomodó a su abuela.
Como si todo eso fuese poco, la diva mostró algunas fotos del desorden del cuarto donde se quedó Lucía durante su estadía y volvió a criticar su falta de oraganización: “La valija es como su placard: abre y va sacando y tirando por todos lados, queda todo en el piso tirado”. Una vez más, su nieta tomó la palabra para defenderse: “Como no tengo casa, porque me decía que me vaya, que no sé qué… No desarmo la valija”.
“Igual esto para mí es ordenado”, aclaró el conductor luego de ver las pruebas fotográficas del asunto. “Bueno, pero Marley no es mi nieto ni vive en mi casa”, remató la conductora. Sobre el final también le lanzó una advertencia a la producción del programa: “¿Saben quién va a ir a Qatar, no? ¡Yo no!”. En este sentido, Marley contó que la invitaron a acompañarlos a los viajes durate el mundial del próximo año, pero después de que algunos defendieran a su nieta aseguró que iba a meditar bien la decisión. Dada la amistad de larga data de los conductores, todo terminó con carcajadas y se despidieron desde el flamante local de ropa de la joven.
Fuente: Infobae