Michelle Whitehead, una mujer de 45 años, murió en una unidad de salud mental luego de tomar agua en exceso tras una crisis nerviosa.
El hecho ocurrió en 2021, pero dos años después, su marido, Michael Whitehead, culpa a los especialistas porque dice que no la atendueron “a tiempo”. “Si le hubieran puesto un suero, eso le habría salvado la vida”, reclamó en diálogo con la BBC.
Tras sufrir una crisis nerviosa, Michelle fue derivada al hospital Nottinghamshire Healthcare NHS Foundation Trust, un centro de salud mental del Reino Unido. Allí comenzó a tomar agua en gran cantidades y esto le causó una polidipsia psicógena, algo que ocurre en pacientes con antecedentes psiquiátricos.
En ese momento los profesionales no pudieron diagnosticar la afección y la mujer siguió tomando líquido en su habitación. Después de unas horas, perdió el conocimiento y entró en coma.
Según la investigación que se llevó a cabo tras la muerte de la mujer, los médicos no habrían constatado que algo andaba mal hasta cuatro horas después, cuando un asistente notó cambios en la respiración.
“Cuando se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo, ya era demasiado tarde para seguir el mismo curso de acción”, remarcó su esposo.
Finalmente, el jurado de investigación aseguró que la mujer falleció por haberse sobrehidratado, lo que provocó niveles de sodio bajos y una inflamación en el cerebro.
La causa médica de su muerte fue encefalopatía hiponatrémica, hiponatremia aguda y polidipsia psicógena.