Subsidios a la compra de 0 km: un plan con fracaso anunciado

El gobierno nacional lanzó la semana pasada el programa “Junio 0 km”, el cual consiste en una serie de descuentos compartidos entre el Estado y las empresas automotrices para la compra de vehículos 0 km,…

miércoles 12/06/2019 - 14:49
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El gobierno nacional lanzó la semana pasada el programa “Junio 0 km”, el cual consiste en una serie de descuentos compartidos entre el Estado y las empresas automotrices para la compra de vehículos 0 km, con el objetivo de dinamizar a uno de los sectores de peor desempeño de la industria, con importantes encadenamientos hacia el resto de la economía.

Las ventas del sector automotriz acumulan 12 meses en baja, con caídas superiores al 50% anual desde principios de año. Luego de un 2017 con 901 mil unidades vendidas, en 2018 el sector esperaba batir el récord histórico de 2013, de casi 1 millón de ventas (956,6 mil unidades).

Sin embargo, con la devaluación de mayo y septiembre del año pasado los precios de los autos se incrementaron de forma exponencial (78% interanual en abril, último dato IPCBA). Esto, sumado al alto costo de financiamiento y a la caída del salario real, provocó un derrumbe en las ventas del sector, con proyecciones para este año de apenas 490 mil unidades, el peor nivel desde 2006.

El programa consiste en otorgar un descuento sobre el precio de venta, de $50 mil para autos cuyo precio de lista no supere los $750 mil, y de $90 mil para autos con un valor de lista superior a los $750 mil, pero que no estén alcanzados por el impuesto interno a los autos de alta gama.

El gobierno nacional aportará $20 mil en el primer caso y $40 mil en el segundo, y el monto restante será cubierto por las distintas terminales. Con un presupuesto público de $1.000 millones, desde el gobierno esperan que las ventas se incrementen en 30 mil unidades más a las que habría sin el programa.

Plan flojo de efectividad

Sin embargo, el plan tiene varios puntos controversiales y representa un nuevo giro del gobierno pocas semanas antes de las elecciones, además de un acuerdo con las principales automotrices para que estas puedan reducir el stock de autos que acumulan por el derrumbe del sector.

En primer lugar, el programa no tendrá un impacto significativo en la industria nacional porque el beneficio aplica al total de modelos que se comercializan en el mercado interno y no es exclusivo para modelos nacionales.

Poco impacto local

En el mercado actual, los vehículos importados representan el 70% de las ventas totales, una cifra que es récord histórico. Específicamente en el programa, se incluyen 56 modelos que suman 233 versiones en total, de las cuales, sólo 50 versiones son de origen nacional, por lo que se espera que el programa tenga muy bajo impacto en la industria local, que no sólo vio fuertemente afectada su producción sino que también ha debido suspender buena parte de su personal. Además, el programa sólo aplica para autos y no para vehículos utilitarios.

Esto no es solo un detalle, sino que deja afuera a los vehículos que más se producen en Argentina, lo que confirma que este plan no tiene intenciones de dinamizar la industria automotriz nacional. Por lo tanto, teniendo en cuenta que casi el 80% de los modelos incluidos en el programa son de origen importado y que no se incluyen descuentos para los vehículos utilitarios, se espera que el programa tenga muy bajo impacto en la industria local.

Poder adquisitivo devaluado

El poder de compra de los salarios para la adquisición de autos es cada vez más bajo. En marzo de 2019 se necesitaron casi 23 salarios para adquirir un vehículo 0 km promedio, mientras que un año atrás este indicador era de 18 salarios. Por otro lado, el programa no incluye a los planes de ahorro, cuyo mecanismo lidera la forma de adquisición de los vehículos en Argentina, a pesar que el mismo es uno de los más golpeadas del último año, ya que las cuotas se actualizan con el precio de lista, provocando caídas superiores al 50% anual en los últimos siete meses, con cancelaciones de suscripciones cada vez mayores ante la imposibilidad de pagar las cuotas.

Un programa que tendrá vigencia solo hasta el 30 de junio próximo, pero por lo visto, con fracaso anunciado antes de comenzar. 

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