En 2018, los sueldos perdieron 11 puntos contra la inflación e impactó fuerte en los masivos y bienes durables. A pesar del año electoral, en 2019 no se recuperará el mercado interno.
La respuesta generalizada de analistas y empresarios que viven del mercado interno es que el año próximo no será más alentador. El Gobierno espera que la actividad económica, que este año terminará con una contracción de 2,5%, comience a mostrar brotes verdes a partir del 2° trimestre, pero las expectativas del sector privado son más pesimistas, aún en un año electoral.
La fuerte caída del poder adquisitivo producto de la devaluación, la aceleración de la inflación y paritarias que cerraron en un promedio del 30%, sumadas a un altísimo costo de financiamiento que prohibió la venta de bienes durables a plazo, generó un combo muy negativo para el consumo.
Hasta la venta de alimentos y bebidas se resintió fuerte, con un traslado notorio a segundas y terceras marcas y marcas propias.
Cayó la venta de autos, motos, electrodomésticos, televisores, indumentaria y calzado; el turismo en el exterior en los últimos meses, producto del dólar alto; los combustibles, y el consumo masivo, entre lo que se incluye artículos de limpieza y cuidado personal, además de alimentos y bebidas. Y la peor noticia es que para gran parte de los sectores el 2019 también llegará con mermas en la demanda.
Masivos en retroceso
El consumo masivo, este año cerrará con una baja en torno al 2% y para el próximo se proyecta un número similar. Todo depende de si el Gobierno estimula la demanda antes de las elecciones presidenciales de octubre de 2019. Al escenario de precios nuevos y salarios viejos que los consumidores deberán afrontar durante el 1° semestre, se sumará una mayor cautela ante los recientes anuncios de nuevas subas tarifarias en luz, gas y transporte.
«Este fue un año en el que al que le fue mejor, salió empatado. Todas las cadenas están en rojo; alguna quizá atenúa su resultado porque tienen otros negocios», afirmó el director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez. Calculó que se habrán perdido este año unos 6000 empleos. Y sobre el 2019, no se mostró muy optimista.
Tampoco lo están los analistas que miden mensualmente el consumo masivo. Osvaldo del Río, de Scentia, proyecta una caída para 2019 de entre 1,5% y 2%, con posibilidad de que sea mayor, mientras que Juan Manuel Primbas, de Kantar Worldpanel, estima también una baja de 2 por ciento.
Según señaló Primbas, «es de esperar un 1° cuatrimestre bastante malo, tal vez con caídas peores que 5%, lo cual nos va a condicionar muy fuerte para el año; la expectativa es que tampoco en 2019 el consumo logre recuperarse, más allá del año electoral».
Con respecto al tarifazo, el directivo consideró que «son pésimas noticias para el bolsillo de los hogares de clase baja, que explican gran parte del consumo masivo».
A la vez, Del Río recordó que el ingreso promedio por hogar es de $ 29.000 y que el 87% del consumo masivo lo hace el 92% de los hogares que gana hasta $ 31.000. «El 25% del ingreso de estas personas se va sólo en movilidad. ¿De dónde va a salir la plata para que se recupere el consumo?», se preguntó el analista.
El 2018 tampoco fue un buen año para los shopping centers. Las ventas en pesos estuvieron muy por debajo de la inflación y muchas marcas de indumentaria y calzado entraron en convocatoria de acreedores.
Consultado sobre el 2019, el gerente de Relaciones Institucionales de IRSA, Sergio Dattilo, se mostró con expectativas favorables por el derrame de la recuperación del agro en el interior, el escenario electoral, y las reformas que la compañía está encarando en las distintas superficies comerciales. Sobre la situación de los locatarios, muchos con problemas financieros, Dattilo señaló que la están «piloteando juntos con las marcas».
También desde una importante cadena de retail sostuvieron que avizoran un «primer trimestre amesetado y con expectativas a partir del segundo». Pero desde la Asociación de Fábricas de Terminales de Electrónica (Afarte) afirmaron que el 2018 cerrará con una caída del 16% interanual en la venta de aires acondicionados, lo que permite proyectar una producción más austera para el 2019, de entre 800.000 y 850.000 unidades (20% menos).
Asimismo, el sector automotor estima una merma de 25% en la venta de unidades durante 2019. Lejos quedaron las estimaciones de llegar a vender un millón de vehículos y hay muchos puestos de trabajo en riesgo, dijo un importante concesionario.
«Si anualizamos el último cuatrimestre, nos daría un mercado de 550.000 autos para el próximo año, pero creemos que va a haber un crecimiento en el 2° semestre que va a colocar la venta en 600.000 vehículos en todo el año, que implicará igualmente una contracción del 25% respecto del 2018», sostuvo el empresario.
