Su papá tuvo que vender su auto soñado, él lo compró y lo dejó como nuevo: “Me subo y siento su presencia”

Julio logró volver a tener “un pedacito de su viejo” con él gracias al Falcon que fue su sueño en vida. “Lo cuido como hacía él y trato de hacer los mismos viajes con mi familia que yo hacía de chico”

sábado 23/12/2023 - 21:15
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Julio Del Carlo, un cordobés de 52 años, logró, luego de 15 años de perder el rastro del auto soñado de su padre, volver a tenerlo con él y, de esta forma, “sentir cerca a su padre un ratito más”.

Ricardo, el padre de Julio, murió en 1997 y en sus últimas charlas siempre había un tema recurrente: su Ford Flacon. “Él siempre soñó con tener uno, era casi imposible comprarlo. Gracias a una rifa logró tenerlo, pero a los pocos años tuvo que venderlo por problemas de salud y de plata”, recordó su hijo en diálogo con TN. Hoy en día, logró volver a tenerlo inmaculado para honrar a “su viejo”.

Después de 8 años, el Falcon volvió a estar en las mismas condiciones que lo tenía su papá. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)
Después de 8 años, el Falcon volvió a estar en las mismas condiciones que lo tenía su papá. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)

Aunque, 15 años después de no saber nada de él, en 2003 Julio pudo dar con el auto. “Estaba destruido. Cuando lo vi pensé que me había equivocado de auto. Dije ‘este no puede ser el auto de papá’, él lo tenía inmaculado”, contó.

A pesar de que el panorama no era muy alentador, nada lo detuvo. Tras mucho insistirle a su, por ese entonces dueño, logró comprárselo a un precio aún mayor que el que realmente valía. “Salía $2000 y terminé pagándoselo a $2300″, indicó.

Lo recuperó en 2003, pero comenzó a restaurarlo en 2011. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)
Lo recuperó en 2003, pero comenzó a restaurarlo en 2011. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)

“El auto tenía un valor muy simbólico. Lo vendió en el ‘87 por cuestiones económicas y porque estaba enfermo ya, muere 10 años después. En ese tiempo hablábamos mucho y siempre el tema recurrente era el Falcon”, recordó y agregó: “Yo tenía la idea de restaurar un auto como hobby porque me gustan los autos, pero es como decir ‘uy me quiero hacer un viaje alrededor del mundo’ de ahí a que lo hagas hay un abismo”.

Cómo fue la búsqueda y el reencuentro con aquel “pedacito de su papá”

Un día, a sus 27 años, charlando con unos amigos, les contó sobre aquella loca idea de restaurar un auto y así como por arte de magia el Ford Falcon de su padre apareció en su mente. “Dije, ya que iba a restaurar un auto, ¿por qué no buscar el auto que tanto amó mi papá y hacerlo en honor a él?”, pensó.

“Cuando decidí que lo iba a hacer me enfrentaba a muchas cosas, porque podía encontrarlo bien dentro de todo o podía encontrarlo siendo un pedazo de chatarra. Que te imaginarás cuál era la opción correcta”, contó entre risas recordando el momento en el que dio con el tesoro de su padre y agregó: “Claramente, fue la segunda opción”.

Así encontró el auto de su papá, 15 años después de haberlo vendido. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)
Así encontró el auto de su papá, 15 años después de haberlo vendido. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)

Lo que parecía una búsqueda casi imposible fue más fácil de lo que había creído. A los pocos meses logró dar con su dueño, le comentó que creía que ese auto era el de su padre y le preguntó si podía ir a verlo. El hombre le dijo que si y emprendió viaje, temeroso por lo que podía encontrar.

Al llegar, fue hacia el garage y ahí estaba, ¿o no era ese? “Cuando lo vi pensé que me había confundido. Ese no podía ser el auto de mi papá”, comentó y agregó: “El auto estaba destrozado, no abrían las puertas, estaba podrido, le faltaban los adornos. Había sufrido 15 años de abandono”.

En ese mismo instante, sin dudarlo, un segundo se ofreció a comprarlo, pero venderlo no estaba en los planes del dueño. Aunque, a los pocos días, Julio recibió un llamado que le devolvió el alma al cuerpo. “Me dijo que me lo vendía”, indicó.

Lo guardo por 8 años hasta que pudo restaurarlo. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)
Lo guardo por 8 años hasta que pudo restaurarlo. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)

A partir de ahí, comenzó un largo proceso de restauración. Lo que creyó que le iba a llevar unos meses y mucho esfuerzo le llevó alrededor de 8 años dejarlo como nuevo, “dejarlo como lo tenía su papá”.

“En ese momento me propuse terminarlo para cuando naciera mi primer hijo. Le dije a mi esposa que la iba a llevar al hospital con el Falcon de mi papá, pero no llegué. Lo terminé 8 años después, cuando ya habían nacido mis dos hijos”, recordó.

“Lo tengo guardado en el garage y lo uso para salir a pasear, lo trato como un hijo más como lo trataba mi papá”, dijo conmovido. “Para mí es entrar al garage y volver a estar un tiempo con él. Es no dejar morir su legado y que mis hijos puedan conocer un poco quién fue su abuelo, que no llegaron a conocerlo en vida”, agregó.

Un sueño que llegó a su vida casi de casualidad

La historia de cómo llegó el Falcon a la vida de Ricardo es muy curiosa y casi de casualidad o destino, como él mismo lo califica.

“Él siempre quiso un Falcon, pero era imposible para nosotros poder comprarlo, éramos de clase media. Un día le venden una rifa a mi mamá, la última que quedaba y el premio era un auto 0 km, pero no era un Falcon. Resulta que lo termina ganando, cobraron el premio y con esa plata se pudo comprar su sueño”, contó.

Julio volvió a tener al auto que su padre tanto amo. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)
Julio volvió a tener al auto que su padre tanto amo. (Foto: Gentileza Julio Del Carlo)

Así fue como comenzó aquella historia de amor entre el famoso Falcon blanco y el padre de Julio, que a pesar de haber pasado tan solo 10 años juntos, XX lo recordó hasta el último momento.

Es estar sentado en ese auto y sentir la presencia de mi papá. Es muy difícil de explicar lo que se siente”, afirmó Julio.

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