El chileno Voltaire García Mayorga logró encontrar a su hermana Mercedes el 24 de marzo de 2013, ya que ella había sido robada y raptada a su padre, en 1954, en Comodoro Rivadavia. Tuvieron que pasar no solo 59 años, sino mucha agua por debajo del puente, para que esa mañana de domingo, puedan abrazarse en medio del llanto de los policías que sabían de la historia y que no pudieron ocultar sus sentimientos, tras las lágrimas de los hermanos, publica el diario Nueva Rioja.
Es por ello, que García Mayorga editó un libro en el año 2017 donde plasma las vivencias de su familia. “Este libro escrito en primera persona narra la historia de la búsqueda de mi hermana Mercedes, tras una separación que duró 59 años, desde que se la llevaron desde el sur de Argentina hasta el norte de este país, sin el consentimiento de mi padre”, relató en la introducción de este libro, que sin querer ser una obra literaria, se transforma en un documento testimonial de un hecho verídico.
Mercedes, una historia de separación, de búsqueda y de ternuras” según cuenta junto a su familia habían llegado exiliados desde el hermano país de Chile, puesto que dominaba el régimen dictatorial de González Videla.
En 1953 nació Mercedes y un año después su madre murió de una enfermedad que venía acarreando desde hace algún tiempo. Tenía dos hermanos, Voltaire (el más grande) e Iván (con tan solo un año). Su padre, entregó a su hijo menor a sus padrinos, con la promesa de devolverlo a los seis años, mientras que a la hermana, no se sabe si por peligro o qué pasó por su cabeza, la entregó a una familia, pero todos los domingos iban a verla junto a Voltaire.
Fue ahí que al hombre le llega la triste noticia de una vecina, que esa familia había viajado hacia San Juan, llevándose con ellos a la menor. “Agradeció a la señora y tras despedirse tomó de las manos a los chicos con fuerza, temiendo quizás que algo o alguien se los arrebatara como había ocurrido con su hija. Caminaron ahora por la calle vacía del barrio General Mosconi hasta perderse”, plasmó Voltaire en este libro de 275 páginas.
Así se perdió rastro alguno de la pequeña. Su padre murió en 1965, tenía 46 años y sus ojos se cerraron sin haber visto nuevamente a su única hija. Voltaire aún recuerda las noches en que su padre lloraba, primero por la ausencia de su mujer y luego por esa desaparición de la hija, que fue arrebatada de manera ingenua por una familia, que sin su consentimiento se la llevó, se estimaba hacia San Juan.
El inicio de la búsqueda
Voltaire emprendió en 2012 la búsqueda (desde cero) de su hermana. “Empezamos por Neuquén, porque tengo familia ahí, pero no se consiguió nada. Por intermedio de un pastor Evangélico, que vivía en Comodoro y que conocía la historia, nos contactamos y le pasé los datos. Mi intención era saber si estaba muerta, saber dónde poder llevarle una flor. Si estaba viva, era buscarla hasta encontrarla”, contó Voltaire.
Tras un mes de espera, sonó el teléfono y ese pastor evangélico le confirmó lo que Voltaire tanto anhelaba. “La Merceditas está viva”.
“Me dijo que estaba en Tinogasta, en la finca de los Robledo. Además me dio el contacto de un sargento amigo y de un taxista”, recordó Voltaire, quien junto a su mujer y co-equiper en esta búsqueda, viajaron hacia la ciudad del oeste catamarqueño.
Entre entrevistas radiales, testimonios de la gente del pueblo y archivos de hospitales, dieron con la información que “Los Robledo” habían llegado del sur con una niña. Esa niña, a la que conocían en todo Tinogasta como “La Mecha Robledo” se había casado con un policía de apellido Gordillo, quien llegaba cada tanto a cobrar su jubilación. Lamentablemente la espera por encontrar al marido de Mercedes se debió postergar, porque dieron con la noticia que no llegaba más a Tinogasta, pero se supo que estaba radicado en La Rioja.
Mientras, había pasado un año, En el 2013, en marzo de ese año, llegaron a La Rioja. Entre croquis de un taxista que siempre viajaba a La Rioja y con algunas indicaciones, no pudieron dar con el paradero. Con la ayuda policial, el domingo 24 de marzo del 2013 fueron citados a la comisaría, porque habían encontrado a Gordillo.
Así con datos precisos emprendieron el recorrido al sector Este de la Ciudad. “La adrenalina estaba a mil. Era cerca del mediodía. Teníamos los datos del Sector 5, Manzana C. No estaba el número en la casa, entonces dimos una vuelta y estimamos que era la casa correcta. Le dije a mi mujer que se bajara ella, por el tema de las emociones”, comentó Voltaire. Fue así que se bajó su mujer y tras preguntarle a una mujer que estaba en unas escaleras si era Mercedes, ella contestó “Sí”.
“Soy la mujer de tu hermano de sangre, Voltaire García Mayorga”, dijo. Y entonces se escuchó de esos gritos, que quizás se pueda asemejar al de un nacimiento, a una vuelta a la vida, a la verdadera. “Llegó mi hermanito”, dijo entre llantos. Luego llegó el encuentro entre ambos hermanos. La imagen, que no hace falta mucha explicación por lo sensible de la situación, solo se debe completar con los propios policías llorando frente al reencuentro de más de 59 años. Tras reencontrarse con su verdadera familia, Mercedes viajó a Chile y visitó la tumba de su padre, quien lamentablemente falleció sin conocer el paradero de su hija.