El fútbol argentino es un fiel reflejo de la sociedad, ninguna le escapa a la otra. Mientras los brasileños son una topadora, Chiqui Tapia solo piensa en Qatar.
¿Qué hacemos con el fútbol argentino? Un deporte tan dañado como poco atractivo. Anoche (31/8), Flamengo pulverizó las esperanzas de Vélez Sarsfield en la Copa Libertadores con un 4-0 en el estadio José Amalfitani que pareciera haber sentenciado la serie. Aquí, todo tiene que ver con todo.
La goleada no es ninguna casualidad. En el ‘ping pong’ de jugadores, el Menago superaba ampliamente al Fortín, quien apeló a una vieja estrategia ‘bilardista’ de ensuciar la cancha para contener la habilidad brasileña, pero los esfuerzos se quedaron cortos ante la samba que le propinaron los de Dorival Júnior a los de Alexander ‘Cacique’ Medina. Los goles del Fla los anotaron Everton Ribeiro y Pedro (x3).
La vuelta será el próximo miércoles (7/9) en el Maracaná de Río de Janeiro. Allí, el conjunto velezano deberá mostrar una cara completamente distinta y, primeramente, tratar de ponerle un cerrojo al arco para luego pensar en marcar algún gol.
No hubo equivalencias. Vélez 0-4 Flamengo. (NA).
Más allá del plantel de selección que ostentan los rojinegros, el problema de Vélez Sarsfield tiene que ver con lo maltratado que está el fútbol en la Argentina.
Semana a semana, los de Liniers -por citar al único club argentino que representa al país-, se enfrenta a rivales de bajo calibre por jugar en una liga con 28 equipos. Varias instituciones sobran en el campeonato, y por supuesto que ello baja la vara y la exigencia. Porque luego pasan situaciones como las de ayer, en donde viene un poderoso como lo es Flamengo y en dos cachetazos te deja tambaleando.
Para colmo, hace días contábamos la idea de una buena parte de dirigentes de la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) de regresar al formato de un torneo de 30 integrantes y volver a anular descensos en este 2022.
¿Realmente creen que eso pueda beneficiar al producto? ¿O solo persiguen sus intereses -vaya uno a saber cuáles son-?
A este paso, hay que olvidarse de que los argentinos peleen por la Copa Libertadores en los años subsiguientes: no solo por los mil líos de la AFA del Chiqui Tapia, sino por los planteles europeos que arman en Brasil.
Estamos en presencia de una «Copa de Brasil con invitados», pero la mal llamamos «Copa Libertadores». Las tres últimas Libertadores se las repartieron entre Palmeiras (2) y Flamengo (1). Además, la presente edición del torneo continental está plagada de clubes brasileños, a excepción de Vélez, por supuesto, que ayer quedó casi eliminado.
Chiqui Tapia deja de lado el fútbol argentino y se enfoca únicamente en la Selección. (Foto: Twitter @tapiachiqui).
