La ciudad de Madrid fue la primera en inaugurar este tipo de eventos en Europa para todo público que esté interesado en ir. La particularidad es que uno puede hacerlo solo o con la compañía de otras personas con la prohibición total de tener sexo en el lugar.
Lo llamativo de todo esto es que en la misma capital de España, existe un sitio llamado «Pajas entre colegas«, donde no hace falta dar tantos detalles, pero de por sí, abonando 20 euros por mes, los interesados pueden acceder al lugar y tener una «sesión a mano» de hasta tres horas. Al mismo tiempo, también se puede charlar con otros hombres y disfrutar de las comodidades del sitio.
En el mismo club, entran máximo 70 personas y la ambientación del mismo es con una luz tenue e indirecta. El tamaño del lugar es de hasta 100 metros cuadrados y tiene desde baños hasta casilleros, cajas fuertes, sillones, televisores gigantes en donde los hombres se masturban con el acompañamiento de música jazz.
La regla principal del lugar es, sin lugar a dudas, la más respetada: no se puede tener sexo.
Un hombre de alrededor de 42 años conocido como «Nacho», inauguró este club porque, según afirmó, «las casas en donde se organizaban estos encuentros pasaron a quedar muy chicos«. La idea la sacó de los “jack off clubs” noventeros de Estados Unidos, y en América del Norte hay alrededor de 20 clubes como este, informó el diario El País.
Masturbación: ¿Qué dijo el dueño?
Según le contó Nacho al diario español mencionado previamente, los que se presentan en el sitio son tanto heterosexuales como homosexuales. «La presencia de hombres heterosexuales en estos clubes es un hecho, yo mismo lo soy”, explicó el dueño del local, que está del todo seguro de que su sitio está ahí para reivindicar lo homoerótico entre hombres homosexuales.
“Muchos hombres que vienen a nuestros eventos están casados o con novia y son felices con sus parejas. A mi juicio lo que buscan es lo que yo llamo la hermandad fálica. Esto no es nada nuevo, es perenne y universal, al igual que la masturbación masculina«, describió Nacho.
Continuando con sus dichos, el mismo dueño supone que «el placer al masturbarte es personal y depende de ti, pero también puede conectarte directamente con otros hombres que disfrutan masturbándose. Buscan disfrutar, compartir esos sentimientos con otros hombres. Si lo piensas, es la alternativa de relación abierta ideal para muchas personas con límites claros de intimidad”.