A los rionegrinos les toca votar este domingo en una de las provincias en que la Corte Suprema terminó por definir a último momento un importante cambio para el oficialismo, de buena llegada a la Casa Rosada, que apela a una jugada similar a la que hizo en la vecina Neuquén para evitar una victoria del Frente para la Victoria, que a su vez vio reforzadas sus chances de ganar luego de que el actual mandatario debiera bajar su candidatura y que hizo campaña justamente a fuerza de denunciar aquella situación.
El oficialismo provincial pasó, entonces, a apostar a la transferencia de votos a la actual candidata, y la oposición sucumbió en «la grieta», acusando a Alberto Weretilneck de acordar con Mauricio Macri, e incluso con el dirigente de Alternativa Federal, Miguel Ángel Pichetto, para que los votos de Cambiemos no le resten chances a su partido.
Este domingo, le toca votar a los rionegrinos a quienes no sólo le adelantaron las elecciones, al desdoblar de los comicios nacionales, sino que además asistieron a la campaña de un gobernador, que esperó hasta último momento la decisión de la Corte Suprema que terminó por dar de baja su candidatura. La oposición, mientras tanto, hizo su también breve campaña basándose en la ilegalidad de su postulación.
Pero ahora se viene la definición, para la cual el mandatario Alberto Weretilneck confía en que logró transfundir sus votos a la ahora candidata Arabela Carreras, con un impresionante despliegue publicitario. Al menos, así lo analizó el sitio ‘ADN Río Negro’: la apuesta fue evitar «la mayor cantidad de fuga electoral posible» para ganar el 7 de abril pasando de la «excluyente W al concepto grupal: «el candidato es el proyecto».»
De todas maneras, en Juntos saben que habrá una merma del caudal de votos. «Arabela no es Alberto», dijo el intendente de Viedma, José Luis Foulkes, y marcó el entusiasmo creciente en Cambiemos desde que el gobernador no está en la cancha, vaticinando que Lorena Matzen realizará una mejor elección que la esperada.
En los alrededores de la candidata radical, afirman que «(Martín) Soria tiene piso y techo, no va a lograr moverse. En cambio nosotros compartimos electorado con Juntos y, ahora que no está Weretilneck, muchos radicales nos votarán». Siempre, lejos de la polarización.
Pero no todos en el macrismo juegan a lo mismo. Por caso, el diputado nacional Sergio Wisky salió a plantear que «no es tiempo de tibios, Soria no puede ganar», dijo siguiendo la lógica aplicada en Neuquén, y desató la furia de Matzen. Reveló reuniones de Wisky con dirigentes radicales y rezongó: «Están aliados a Weretilneck».
A ello apelan los segundos en las encuestas para el último empujón: El Frente para la Victoria. Saben también que «Arabela no es Alberto», y que las nuevas mediciones marcan una caída en la preferencia de Juntos, por lo que reina la confianza y elevan «la grieta».
En el bunker del FPV confían en el «arrastre» de la boleta azul (esencialmente en los sectores populares), la sumatoria de Magdalena Odarda y la potencia del apellido Soria. Además, indican que el jefe del PJ viene recorriendo la provincia hace tres años. «La campaña está hecha».
Ellos afirman además, que podría haber un voto (silencioso) de la pata peronista de Juntos a Soria, más aún después de cómo cerró la nueva fórmula del oficialismo. Otro escenario intenso.
En JSRN también admiten que hay una caída en las encuestas desde que Weretilneck no es candidato, pero aseguran que la transfusión de votos será exitosa, y que alcanza para ganar.
Desde el peronismo federal salieron a respaldar a Carreras. Un triunfo de Juntos le daría a Miguel Angel Pichetto anclaje territorial en la disputa que hay en Alternativa por las candidaturas.
En ese contexto, Soria encastró a último momento la grieta. El candidato a gobernador de Río Negro, consideró que, como ya sucedió en Neuquén, para evitar un triunfo opositor Cambiemos apoyará al candidato del partido de Weretilneck, a quien considera un aliado, en vez de a la radical Lorena Matzen. También reivindicó el fallo de la Corte Suprema que le impidió a Weretilneck buscar su reelección y anticipó un triunfo peronista en las elecciones de este domingo.
Soria, hijo del histórico dirigente rionegrino Carlos Soria y actual intendente de General Roca, lleva como compañera de fórmula a la senadora Magdalena Odarda. En algunas encuestas aparece incluso como favorito a ganar las elecciones luego de que el partido oficialista no pudiera postular a Weretilneck y encabezara su fórmula con la ministra de Turismo, quien iba como candidata a vice.
En diálogo con ‘Ámbito Financiero’, Soria sostuvo que en su provincia actualmente «hay una marcada ausencia del Estado provincial en cada una de las regiones, en cada una de las áreas importantes de la administración pública». Al respecto, añadió: «Faltan herramientas de generación de trabajo genuino, y la producción o el turismo hoy sufren esa ausencia estatal. Tenemos un Gobierno provincial que en siete años de gestión tuvo seis ministros de Producción. Es decir, no hubo en estos años políticas de desarrollo productivo. Ni para la fruticultura, que es la herramienta productiva».
Específicamente respecto de la fruticultura, una de las producciones clave en la provincia, analizó: «No escapa a la lógica neoliberal de destrucción de las economías regionales que aplicaron el Gobierno nacional de Mauricio Macri y su socio Alberto Weretilneck en Río Negro. Un ejemplo: por políticas de ajuste eliminaron el programa para combatir la plaga de la Carpocapsa. Frenaron envíos de frutas a Brasil porque tenían la plaga. Son consecuencias obvias del ajuste y los tarifazos, con cierres de galpones de frío, con pérdidas importantes de puestos de trabajo, con la dolarización de los remedios para curar la cosecha que complicaron a los productores. La única política de Macri y su socio Weretilneck fue ofrecer a chacareros que tomen créditos en bancos privados. Le quitaron la dignidad y ahora van por sus propiedades, porque los créditos con esas tasas no se pueden pagar».
Acerca del fallo de la Corte Suprema que bloqueó la candidatura de Weretilneck, opinó: «Yo sabía desde el primer momento que Weretilneck quería hacer trampa y que su candidatura era parte de la única estrategia que tenía. Por eso se animó a tanto. Incluso a violar la Constitución. Y lo más grave es que haya recibido el apoyo de la Casa Rosada y de Pichetto. Estaban intentando presionar a Corte para que Weretilneck hiciera trampa. Me alegro por el fallo porque prevaleció el respeto a las instituciones y a la Constitución».
El candidato del kirchnerismo denunció que, como en otras provincias, «en Río Negro las candidaturas de Cambiemos se las quedó la UCR, un partido que tiene tradición histórica, y que tuvo 28 años seguidos en el Gobierno provincial, hasta 2011. En ese sentido, ha sido demasiado obvio el papel de la Casa Rosada tratando de neutralizar a la candidata Lorena Matzen. Le han restado todo el apoyo posible para beneficiar a su socio, Weretilneck».
Carreras también fue apoyada por el peronismo federal, respecto de lo que Soria consideró: «No me cabe duda de que tanto Macri como el senador Pichetto y el gobernador trabajan en conjunto. Por eso, el domingo festejan Macri y sus socios o festejamos los rionegrinos».