“Hay uno solo de los dos en el piso, de dos años, que está estable, la otra niña se encuentra, de nueve meses, en terapia intensiva en este momento”, sostuvo la facultativa médica de los internados con Síndrome Urémico Hemolítico, quien aclaró que en ese último caso “como complicación, la bebé entró en insuficiencia renal y requirió diálisis, así que se pasó a la terapia intensiva en el día de ante ayer, y comenzó a hacer la antiperitoneal”.
Consultada sobre si su estado sigue siendo crítico, dijo que sí: “el estado es reservado porque son patologías que cambian de un minuto a otro, requieren de mucho control clínico y por eso está monitorizada la terapia intensiva.
Respecto a cuáles son las recomendaciones que la gente tiene que tener para prevenir justamente este síndrome, Alfonso indicó que, “fundamentalmente estar atentos a las pautas de alarma. El inicio de este tipo de cuadro es un cuadro de una gastroenteritis, que suele ser por ahí un poco más cólico del habitual, con dolor abdominal”.
“Predominan en esta época este tipo de cuadros, entonces muchas veces consultan por una gastroenteritis común, solo que uno les aclara las pautas de alarma que son obviamente estar atentos al estado de hidratación de los niños, fundamentalmente que orinen que es uno de los signos donde los papás le llama la atención el decaimiento es muy marcado al inicio donde chicos que no se quieren alimentar están pálidos están poco reactivos y en la mayor de los casos algunos comienzan con ese signo que más nos alarma a los padres que es la diarrea con sangre y otra es la diarrea sanguinolenta que aparece luego de ya instaurado el síndrome”. amplió.
Y agregó que no solamente es por el consumo de carne picada: “uno lo asocia siempre a eso, pero la carne que no está debidamente cocida, que puede ser una milanesa o un bife que no está lo suficientemente cocido, también lo transmite. Las verduras mal lavadas también pueden transmitir la bacteria. Incluso los lácteos cuando pierden la cadena de frío son un medio de transporte donde crecen y también se consumen por ese lado”.
“Incluso hay casos donde hay niños que estuvieron en piletas, también con aguas que no están cloradas, o el consumo de agua que no sea potable, también a veces se puede llegar a asociar como puerta de entrada de esta bacteria”, comentó
Finalmente se refirió al otro paciente: “ese gordito tiene dos años y está en la sala de internación común, por suerte está estable, todavía sigue de control y tiene para un par de días más de internación, pero ya pasó la parte más aguda de su síndrome”.