¿Quién podía terminar con el reinado que Novak Djokovic construyó en el Australian Open? ¿Quién estaba en condiciones de vencer al número 1 del mundo en su terreno favorito, aquel donde fue diez veces campeón y donde llevaba seis años sin derrotas? Jannik Sinner lo hizo.
El italiano, de 22 años, 4° del mundo, consiguió la mejor victoria de su carrera al desbancar a Nole, el hombre de los 24 títulos de Grand Slam. Lo hizo con una victoria por 6-1, 6-2, 6-7 (6-8) y 6-3, en tres horas y 22 minutos, publicó La Nación.
Sinner ya había derrotado a Djokovic en otras ocasiones, sí. Pero lograrlo en un duelo al mejor de cinco sets, en una semifinal de Grand Slam -el serbio jamás había perdido en esta instancia en el Melbourne Park-, y conseguirlo además donde Nole edificó un imperio, ya son palabras mayores. Por primera vez el italiano, uno de los rostros de la nueva generación del tour, está en una final grande, en la que espera al vencedor del choque que más tarde disputarán el ruso Daniil Medvedev y el alemán Alexander Zverev. Y el Australian Open alumbrará este año un nuevo campeón, algo que no sucedía desde la coronación de Stan Wawrinka en 2014, hace ya diez años.
Tan trascendente es lo hecho por Sinner, que bastan algunos datos para darle dimensión. Djokovic no perdía un partido en el Australian Open desde 2018, cuando cayó ante el surcoreano Hyeon Chung en los octavos de final. Desde entonces, fue campeón en 2019, 2020, 2021 y 2023, mientras que no se le permitió jugar en 2022 por su negativa a vacunarse contra el Covid-19. Hasta este partido con Sinner llevaba 33 partidos sin perder en el Melbourne Park.
Sinner, consciente del reto que tenía enfrente, entró a la cancha decidido a hacer lo que muy pocos pueden: llevarse por delante al número 1 del mundo, a faltarle el respeto -en el buen sentido-, a marcar diferencias, arrinconarlo con un tenis agresivo, pelotas veloces, no dejarle la iniciativa en ningún momento. Así ganó con holgura los dos primeros sets, con cifras de escándalo: 6-1 y 6-2, sin otorgar siquiera un break-point frente a uno de las mejores devoluciones de la historia.