Para abordar esta problemática, hace aproximadamente dos meses se creó el Comité de Vacunación (Comité PAI), que agrupa a profesionales de enfermería del primer nivel de atención y vacunadores de centros de salud municipales y provinciales. Este equipo ha estado implementando diversas estrategias para elevar las coberturas de vacunación en niños que ingresan a la escuela, especialmente aquellos de 5 años y los que están por completar el sexto grado.
«Los niveles de cobertura son alarmantemente bajos. A esta altura del año, deberíamos contar con más del 70% de vacunación, sin embargo, apenas llegamos al 25% en niños de 5 años«, indicó Villegas. En el caso de la triple bacteriana celular, que protege contra enfermedades como el tétanos y la difteria, solo se ha alcanzado un 56% en niños de 10 y 11 años.
La jefa del departamento de enfermería se mostró especialmente preocupada por la baja aceptación de las vacunas contra el VPH, un virus que puede derivar en cáncer. «Estamos trabajando contrarreloj para mejorar estas cifras, llevando a cabo actividades de promoción y vacunación en jardines y escuelas. Sin embargo, hemos encontrado una sorprendente resistencia por parte de los padres, quienes no autorizan la vacunación de sus hijos en las instituciones escolares«, afirmó.
Villegas también reflexionó sobre el impacto que la pandemia de COVID-19 tuvo en las coberturas de vacunación, donde se observó un descenso notable debido al encierro y otras restricciones. A pesar de los esfuerzos realizados tras el confinamiento, las cifras no han mejorado significativamente, estaban ampliamente por debajo de la meta del 95% que se busca alcanzar.
La situación se ha visto agravada por el auge de movimientos antivacunas que propagan información errónea. «Las redes sociales desempeñan un papel complicado, promoviendo teorías sin respaldo científico que ponen en riesgo la salud de los niños», advirtió Villegas.
Además, resaltó la frustración que siente el equipo de salud al planificar e implementar estas campañas con tanto esfuerzo, solo para encontrarse con la negativa de los padres, quienes en muchos casos tampoco llevan a sus hijos a los vacunatorios. «Estamos dispuestos a vacunarlos en sus hogares, pero muchas veces las puertas se mantienen cerradas», destacó.
A pesar de los desafíos, Villegas remarcó que las vacunas están disponibles de forma gratuita en todos los centros de salud, tanto públicos como privados. Sin embargo, la falta de traslado de los padres al vacunatorio y la ausencia de los certificados de vacunación necesarios para ingresar a primer grado complican aún más la situación.
El llamado a la comunidad es urgente: se necesita una mayor concientización sobre la importancia de la vacunación para garantizar la salud y el bienestar de los niños.