Desde el viernes al mediodía, y hasta las 12 de este sábado, los pilotos y trabajadores aeronáuticos de la Asociación Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) encabezan una medida de fuerza en Aeroparque y Ezeiza por la que se ven afectados más de 37.000 pasajeros y 319 vuelos.
Esta huelga de 24 horas es la más larga desde el inicio del conflicto entre los sindicalistas aeronáuticos y el gobierno del presidente Javier Milei. Y es que mientras los gremios reclaman un aumento salarial de al menos 25%, la gestión libertaria ofrece 11%; y como trasfondo está la intención del Ejecutivo de privatizar la firma, a pesar de que todavía no está autorizado porque el Congreso lo denegó.
Por otro lado, también se ve sumó al paro Intercargo, que presta servicios de rampa, por lo que se ven perjudicados los pasajeros que hayan comprado pasajes con las low cost Flybondi o JetSmart. La primera de estas líneas aéreas trasladó todas sus operaciones al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, por lo menos hasta el mediodía, ya que allí no dependen de Intercargo.
“Flybondi informa que en el marco de la conflictividad gremial y ante la falta de confirmación de la normal prestación del servicio de rampa en Aeroparque, trasladará su operación a partir de las 12 horas del mediodía del viernes 13, hasta el mediodía del sábado 14″, precisó a través de un comunicado la empresa. Todos los vuelos de Aerolíneas Argentinas se encuentran cancelados hasta las 12 y se trabaja en un esquema de normalización para cuando finalice la medida.
En tanto, fuentes de la línea aérea indicaron que el costo económico del paro superará los 2,5 millones de dólares, producto de la pérdida de ventas, multas, compensaciones, hotelería, traslados, comidas y gastos derivados.
La huelga en Aeroparque
Este sábado temprano, el Aeroparque Jorge Newbery tiene sectores de Aerolíneas Argentinas completamente vacíos. Los mostradores, que normalmente estarían llenos de pasajeros y actividad, permanecen en silencio, mientras las pantallas informan sobre la situación del conflicto gremial. La falta de movimiento se complementa con la calma que reina en los pasillos, donde los empleados aguardan la resolución del conflicto.
En el sector de embarque, los trabajadores permanecen sentados en sus puestos, bajo los carteles que anuncian la continuidad de la huelga. La quietud es palpable, en contraste con el ajetreo habitual. Por otro lado, en esta terminal JetSmart sigue operando con normalidad y sus filas de pasajeros llenan un aeropuerto donde gran parte de los vuelos están cancelados.
Patricia, una pasajera afectada por las cancelaciones, dijo: “Mi hermana viene de Formosa, tiene una hija operada de la columna y vino para el tratamiento”. Con evidente frustración, continuó: “Yo vengo con mi hija, que está trasplantada de riñón, y hoy teníamos el pasaje para las 8, pero nos lo acaban de cancelar”. Para esta mujer la incertidumbre se intensifica, ya que su hermana dejó su habitación de hotel y ahora se encuentra sin lugar donde quedarse. “Ella tenía un hospedaje, pero ya entregó la habitación hoy a la mañana para volver a la provincia. Le cancelaron el vuelo y le dieron uno nuevo para el lunes a las 9, pero todo este domingo queda sin alojamiento”, explicó Patricia, quien agregó que se enteró de la cancelación en ese mismo momento. Al referirse a la situación, desde la aerolínea la respuesta fue limitada. “La empresa solamente le cambia el pasaje, nada más”, señaló la pasajera con preocupación.
En vísperas de una normalización para el mediodía, el sector de check in comenzó a atender a los primeros pasajeros, en su mayoría extranjeros, que se acercaron a las filas. Las valijas, que habían empezado a acumularse en un costado, fueron movidas por los mismos trabajadores de la aerolínea, quienes decidieron retomar algunas de sus tareas mientras aguardan novedades sobre la situación.
Según informó TN